Por: Lic. Gustavo Adolfo Milla Bermúdez
En la mañana 18 de enero, sin deseo de explotar al orar -lo considero como uno de los más grandes de todos los días, pensando en nuestro Dios divino, como los grandes ejemplos de altruismo filosófico, me gustaría saber-, qué es lo que aspira toda la raza humana para llegar a tener un aliento de vida, que nos dé paz espiritual, y poder convivir como hermanos en este mundo complicado por nosotros mismos.
*Podemos nosotros conocer la verdad, ¿podemos dejar de explotar? Tal como está organizado el sistema en el mundo; la explotación del hombre por el hombre mismo. De la única manera es que nos retiremos a una isla desierta. Si sabemos cuáles son las necesidades esenciales, ¿siendo ricos en sí mismos? Siendo que las necesidades son muy pocas; mientras que hay pobreza en la mente y el corazón, sus necesidades se vuelven colosales. Pero, a menos que uno sea realmente honesto, absolutamente franco y no se engañe sutilmente a sí mismo, lo que digo puede ser utilizado para más explotación.
Tener un milenio humano perfecto significa que el salvaje debe ser tan inteligente como cualquier otro, poseer condiciones tan perfectas como todos los demás. Habrá algún sistema político-económico donde el hombre alcance la paz individual como la cima de sus sueños. ¿Qué ocurre con un ser humano semejante? Anhela algo más, hay un ideal ulterior. Por lo tanto jamás alcanza la culminación. Pero cuando un ser humano vive sin tratar de lograr algo, de triunfar, de llegar a una cima, sino que todo el tiempo vive plenamente, humanamente, entonces toda su acción, que debe aflojarse en la sociedad, no alcanzará un pináculo. Estará en constante movimiento y, por lo tanto, creciendo, sin esforzarse jamás por una culminación.
Estoy observando que con el triunfo de la señora Xiomara Castro de Zelaya, como primera mujer presidenta ante la historia de Honduras. Se da como la estrella que irradia luz al otro lado del túnel, como esperanza de un nuevo amanecer para el pueblo, que la llevó al poder el 28 de noviembre de 2021. En el pueblo se nota la alegría llenos de fe y esperanzas, de que vienen nuevos días de desarrollo y bienestar colectivo, más en los pobres, a los que se llaman los olvidados, que andan en caravanas buscando solucionar los problemas que los abaten y los abruman.
Las promesas en campaña política en la mayoría de las veces es pura demagogia, pero si existe algo de manera positiva es cuando una mujer habla y expresa, cómo puede sacar al país a flote y darle al pueblo las herramientas necesarias para su desarrollo dentro del trabajo y sirva de confort junto a su familia. No se olviden que la mujer es totalmente diferente al hombre. La mujer así como vela con amor de madre a sus hijos, así cumplirá a la patria.
A la señora presidenta Xiomara Castro de Zelaya hay que tomarle la palabra, primero porque practica la filosofía cristiana y esa fe le da más contenido y respaldo a sus acciones con responsabilidad de dignidad, llena de moral y ética.
El pueblo tiene cifradas todas sus esperanzas en el próximo gobierno regido por la señora Xiomara Castro de Zelaya. El pueblo fue a las urnas y expresó con su voto y dio su veredicto para sacar del poder al gobierno de corruptos y ladrones sin parangón en la historia. Los cachurecos, son bandoleros, todos esos decretos hachos a mata caballo hay que destruir lo más pronto posible. “El pueblo tiene “sed” de justicia y no pueden quedar impunes. Hay que mandarlos a “El Pozo” y a “La Tolva”. Se terminó la fiesta, hay que pasar de las “palabras a la acción”. No mas…
Con el pueblo unido, se hará un gran gobierno presidido por la profesora Xiomara Castro de Zelaya. No hay otro camino, el pueblo la apoyará para sacar al país de las tinieblas a la luz, donde se puedan ver los equinoccios donde nacen los rayos del “sol”. “El pueblo no pide, el pueblo exige gobernar con honestidad y honradez”. El pueblo no quiere saber más de jagüillas de ladrones como los de la “estrella solitaria”.
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