Gabriel Boric: la izquierda en la riqueza

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22 de enero de 2022
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12:55 am
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Gabriel Boric: la izquierda en la riqueza

LETRAS LIBERTARIAS

Por: Héctor A. Martínez (Sociólogo)

Gabriel Boric, recién electo presidente de Chile se despertó una mañana de mayo del 2011, dispuesto a sumarse a las luchas estudiantiles en las calles aledañas a Plaza Baquedano, epicentro de la llamada “Revolución pingüina”, y más tarde, punto de encuentro de las revueltas del 2019. Probablemente desayunó una empanada de pino, esa sabrosa elaboración típicamente chilena de carne picada y huevo, y salió disparado a tomar el moderno y eficiente metro santiaguino. En el camino, quizás iba pensando que algún día, bien podría conformar un gobierno junto a sus escandalosos camaradas para cambiar el injusto sistema burgués, romper con el capitalismo neoliberal y repartir la riqueza a manos llenas, para que todos los chilenos (y chilenas) pudiesen recibir los beneficios en igualdad de condiciones.

En su imaginación juvenil, mezcla de enjundia revolucionaria con humanismo universal, Boric fantaseaba que todos los chilenos debían tener representación en una Asamblea Nacional Constituyente para poner fin a la perversa Constitución de 1980, elaborada por la Junta Militar bajo la colaboración “diabólica” de Jaime Guzmán, esa lumbrera de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica que, al igual que Boric, también fue un “weón” que los tuvo bien puestos para enfrentar al gobierno marxista de Salvador Allende, solo que desde el lado opuesto, es decir, desde el ala derecha. Pero esas historias no se cuentan porque se trata de la derecha, a no ser que lleven la impronta del “Che” o de mi comandante Chávez, ahí sí que podemos hablar.

Luego entendí por qué los “cabros chicos” como Boric protestaban en Plaza Baquedano de donde se bajaron la estatua del principal prócer de la patria. Fue en el 2020. Mi hija Andrea, que recién se graduó de la Universidad de Chile, por cuyas aulas pasaron, Michelle Bachelet, Neruda, Allende y el mismo Boric, tuvo que correr una madrugada para ser atendida de emergencia debido a una dolencia. En ningún hospital privado fue atendida por no contar con el RUT, esa credencial chilena equivalente a nuestra tarjeta de identidad. La pobre tuvo que ir a internarse en un hospital estatal donde recibió todas las atenciones dignas de un ser humano. “No parecen hospitales estatales -me contaba maravillada mi hija-, me practicaron todos los exámenes necesarios, y luego de la cirugía me internaron en una habitación con todas las comodidades de un hospital privado”. El costo para pagar: cero pesos. El Estado absorbió la cuenta total.

Desde luego que un país tan capitalista como Chile, existe un empresariado altamente productivo que genera una riqueza tributaria que envidiaría cualquier gobierno de América Latina. Esa es la razón por la que los chilenos exigen un sistema de salud y de educación a la altura de los países escandinavos, o un sistema de transporte tipo Estonia donde se paga una cuota simbólica para viajar todo el año. Y no dejan de tener razón: el Estado chileno maneja un presupuesto tan alto, que las escuelas y hospitales deberían contar con una tecnología mucho mejor que la que gozan en este momento.

El de Boric será un gobierno que utilizará toda la jerga posmoderna de la inclusión y la diversidad a más no poder, pero no pondrá valladares ni zancadillas a ese capitalismo generador de la riqueza chilena, porque el joven presidente conoce todo sobre el pasado ignominioso de los años de la Unidad Popular. Todo ello, a pesar de sus seguidores de izquierda que ignoran que, antes de distribuir “equitativamente” la riqueza, alguien deberá generarla. Y ese alguien no es el Estado. A Marx, ayer, y al Partido Comunista de la República Popular de China de hoy, les concedemos el honor de la razón histórica.

A Chile todavía le queda un largo camino que deberá seguir transitando hacia la equidad y la justicia social, pero ello solo será posible en la medida en que el nuevo gobierno y el empresariado formen un solo haz cooperativo en beneficio de todos los sectores de la sociedad. Y con Gabriel Boric tienen esa posibilidad histórica.

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@Hector77473552

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