Crisis en la confraternidad evangélica de honduras

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23 de enero de 2022
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12:03 am
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Crisis en la confraternidad evangélica de honduras

Por: Mario E. Fumero

Se cometen en ciertos círculos tanto religiosos como seculares que la Confraternidad Evangélica de Honduras en los últimos quince años se ha desmarcado de su sentido de ser y ha perdido el rumbo y la credibilidad a causa de que algunos de sus dirigentes se han involucrado en asuntos políticos, sin tener el aval de todas las denominaciones que forman su existencia.

Si analizó los acontecimientos de los últimos doce años, notaremos una gran diferencia en la posición de la Iglesia Católica en relación a la política, al hacer la comparación con la posición de la Confraternidad Evangélica, la cual ha mostrado un alineamiento político con los gobiernos de turno. Los católicos se han desmarcado de comisiones políticas establecidas por el gobierno, y han denunciado la corrupción, llamando a las autoridades a un cambio de actitud en algunas situaciones puntuales. Pensar en un pasado la Iglesia Católica formaba parte de la estructura política del gobierno, y que en la actualidad se ha desmarcado de ello, manteniendo una distancia bastante moderada y evitando el alineamiento político es digno de admirar.

Mientras los líderes de la Confraternidad Evangélica han estado en completo alineamiento con comisiones a junto a los gobernantes de turno, y han permanecido callados ante los fenómenos de corrupción y escándalos que en los últimos años se ha desatado dentro de la política vernácula.

Mientras las iglesias evangélicas que forman la Confraternidad Evangélica de Honduras no ha sabido frenar a algunos líderes religiosos que usando la Confraternidad han estado ligado el gobierno de turno y no han podido frenar a pastores que siendo de la confraternidad han profetizado políticamente favoreciendo a hacia ciertos candidatos o partidos y jamás han abierto su boca para condenar los abusos que desde el poder se han hecho, causando como muchos escándalos, como por ejemplo en el caso de los hospitales móviles.

Ciertos prominentes líderes evangélicos de grandes denominaciones tradicionales me han comentado que es necesario crear una nueva institución que sea representativa y defensora de los valores de la iglesia evangélica, y que no mantenga lineamientos políticos, algo así como una Alianza Evangélica en donde para actuar fuera de lo que es la defensa de los valores tradicionales, se consulte a las iglesias. Hemos visto, con tristeza, cómo en el pasado representantes de la Confraternidad Evangélica de Honduras han hecho pactos y reuniones políticas, pero nunca han alzado su voz contra algunas situaciones puntuales de corrupción existente en los diversos niveles del gobierno.

El mal testimonio de unos cuantos líderes evangélicos ha puesto en descrédito a la gran mayoría de ministros evangélicos que creemos que la iglesia es apolítica como institución y que su única misión es proclama el reino de Dios y defender los valores tradicionales de la fe cristiana, luchando contra esa agenda oculta que trata de imponer lo inmoral como moral.

Es tiempo de que las denominaciones cristianas actúe para que la iglesia sea una voz profética en medio del panorama político de corrupción existente, y no sea una aliada de los políticos de turno. Es tiempo de dejar de usar a Dios como estandarte para defender ideales humanos, y usar la plataforma de los púlpitos para defender lineamientos políticos. Es tiempo de que la iglesia sea una voz en el desierto, que defienda los valores que hoy se tratan de socavar y frenar a esos líderes religiosos que tomando el nombre de Dios en vano, favorecer a aquellos que con ambición personales tratan desesperadamente de usar la política para el enriquecimiento ilícito.

Necesitamos una alianza evangélica conforme a los lineamientos de la Palabra de Dios, que no nos lleve a servir a dos Señores, que no haga yugo desigual con los incrédulos, que defienda los valores morales del cristianismo, y sobre todo, que defienda la verdad. Es tiempo de entender que todas las acciones emprendidas por algunos líderes de la Confraternidad Evangélica no representan necesariamente el sentir de todas las iglesias y ministro del evangelio, y que sus actuaciones han sido posiciones aisladas e inconsultas, ajena al propósito de nuestra misión.

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www.contralaapostasia.com

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