Distracciones y prioridades

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25 de enero de 2022
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12:55 am
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Distracciones y prioridades

Álvaro Sarmiento

Todavía no se ha llegado a la toma de posesión de las nuevas autoridades, electas en un proceso que contó con amplia participación ciudadana, seguramente con el afán de contar con condiciones estables de paz, seguridad, certeza jurídica, libertad que permitan la creación de riqueza en nuestro país, para la gran mayoría de la población, sin embargo en este momento a nivel internacional de nuestra querida Honduras, únicamente se dice que el Poder Legislativo tiene dos directivas y sin interpretaciones, basándose en los hechos y los videos que han circulado en todo el mundo, que la manera de resolver las diferencias entre algunos de los nuevos congresistas será a través de los golpes, toma de edificios, en una palabra de la violencia, el argumento de la debilidad intelectual, el argumento que no es sostenible y que necesariamente no lleva a nada positivo.

Seguramente el resultado de las negociaciones o tira/encoje de los políticos, nuevos o viejos por la composición de la junta directiva es absolutamente irrelevante para el “ciudadano de pie”, el que votó con la esperanza de un cambio. Un nombre por otro dice muy poco al hondureño que tiene claro que un personaje u otro no van a cambiar en el corto plazo las condiciones para ayudar a que nuestros compatriotas dejemos de emigrar a tierras de mejores oportunidades.

Los días pasan y las condiciones de inseguridad económica, social y de lo básico en la vida no pueden esperar a distracciones innecesarias que en nada abonan a que la nueva administración gubernamental ponga en funcionamiento su programa de trabajo.

No son necesarios grandes estudios académicos para identificar los agujeros por donde la pequeña economía hondureña “hace agua” en medio de una verdadera tormenta internacional, lo único que podemos hacer en el corto plazo es navegar con agilidad y destreza, tirando al mar los pesos muertos que pueden hacer hundir esta barcaza. La crisis internacional de una inflación galopante, a nivel mundial producida por el gasto desmedido y la contratación indiscriminada de préstamos es una factura que todos pagaremos.

Pocas veces hemos dependido tanto, para generar empleo y riqueza, de mejores índices de competitividad. También de luchar frontalmente contra la corrupción, fenómeno que rápidamente se acomoda con nuevas administraciones de lo público. Aquí lamentablemente los resultados no se ven en el corto plazo, por ejemplo hasta esta semana después de 6 años se inicia el juicio que votó al expresidente Otto Pérez en Guatemala.
Dar largas o peor, seguir en el mismo esquema de funcionamiento donde se monopolice la generación, distribución y comercialización de energía eléctrica, es sencillamente asegurar quebrar financieramente al país y toda la estructura productiva. Abrir el mercado energético con un modelo parecido al guatemalteco, simplemente es una asignatura a la que no se puede esperar.

¿Está la agenda de las nuevas autoridades, políticos y la prensa, enfocada en crear condiciones jurídicas, administrativas y materiales para la creación de nuevos empleos? ¿Tendremos como meta inmediata el crecimiento de las exportaciones y de captación de inversión extranjera directa? ¿Tendremos para finales de este año, alumnos de primaria y secundaria que estén mejor preparados en matemáticas, inglés, lenguaje? Obligación del ciudadano y votante es exigir metas cuantificables en el corto plazo. Enfocarse en lo importante y trascedente, dejar de distraerse en lo que poco valor agregado tiene para la inmensa mayoría de los hondureños.

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