Por: Ivonne Tabora
Licenciada en Periodismo, relacionista pública, administradora de redes sociales.
“La igualdad de las mujeres debe ser un componente central en cualquier intento para resolver los problemas sociales, económicos y políticos”, Kofi Annan, exsecretario general de la ONU.
Mujeres del campo, de adentro, indígenas, de ciudad, profesionales, mujeres guerreras, jefas de hogar y piezas claves para el desarrollo de un país, celebran este 25 de enero su día, en uno de los países con más femicidios de la región, y en medio de una situación que, en vez de mejorar, empeora cada vez más.
Un problema estructural y alarmante, pues se conocen datos que cada 27 horas una mujer hondureña está perdiendo la vida de manera violenta y según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal solo en el 2021 fueron asesinadas más 300 mujeres en Honduras.
La igualdad de género real, es una quimera en los hogares hondureños, continúan siendo las que ganan menos, padecen mayor precariedad laboral, menos presencia en la vida pública y las que sufren más violencia, a pesar de que su condición determina la de su familia, pues cuando la vida de una mujer es buena, mejora las condiciones de todos los que están a su alrededor.
Esta fecha, no debe pasar inadvertida, ya que esta efeméride es en memoria de la primera conquista política de las mujeres en el año de 1955: el derecho al sufragio, durante el gobierno de Julio Lozano Diaz, una puerta que se abrió y que ha permitido algunos avances para las mujeres.
Si bien es cierto, hoy la participación social y política es mayor, pues es innegable que ahora más mujeres tienen voz, pero aún siguen siendo menospreciadas en todos los ámbitos.
Así que creo que más que una celebración, debe ser un recordatorio de la situación en que viven millones de mujeres, caótica y lamentable, aun cuando cada una representa una historia, una familia, con muchos sueños truncados y que a mi parecer el tema de equidad de género es una cuestión de democracia e igualdad de derechos entre ciudadanos.
El sexismo y el machismo entre otras manifestaciones han relegado a la mujer por mucho tiempo a condiciones de sumisión, marcando un comportamiento diferencial de las mujeres y los hombres en varios aspectos de la vida.
Las mujeres en este país, también padecen una escasa educación y es probable que desarrollen trabajos en el campo informal, más que los hombres, pero ellos ganan mayor cantidad de dinero generalmente.
Aun cuando la Constitución de la República de Honduras es clara, cuando estipula que todos los hondureños son iguales ante la ley y que toda forma de discriminación basada en el sexo, y otros motivos, será punible por la ley, esto no se cumple, por supuesto.
Hay mucho por hacer por los derechos de las mujeres, a nivel internacional, pero cuando en un país impera la impunidad como en el nuestro, está difícil que se castigue a los infractores, aquí los gobiernos y Cámara Legislativa juegan un papel importante, porque no se destinan los fondos suficientes y necesarios para endurecer las leyes de la violencia contra las féminas y faltan otras que implementar.
Es importante reconocer que este tema tan sensible, es cultural, pues de 25 países del mundo con mayor tasa de femicidios, 14 corresponden a América Latina y Caribe y a pesar de ello, son bien pocos los que han realizado iniciativas regionales para combatir este flagelo.
Creo que la pobreza y violencia en Honduras, tiene rostro, y es de mujer, aunque se extiende hasta otro segmento vulnerable, que son nuestras niñas, pues tenemos las tasas más altas de embarazos a corta edad, un fenómeno que aumento con la pandemia.
¡Mujer nunca te detengas! Siempre ten presente que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años… pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad. Madre Teresa de Calcuta.
@Ivonnetabora, [email protected]
