Los Zelaya, la única familia hondureña que ha dado al país dos presidentes

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27 de enero de 2022
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05:25 am
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Los Zelaya, la única familia hondureña que ha dado al país dos presidentes

La familia Zelaya Castro le ha dado a Honduras dos presidentes: el exmandatario Manuel Zelaya Rosales y ahora su esposa, la presidenta Xiomara Castro.

Con el triunfo de Xiomara Castro, el pasado 28 de noviembre, se consolidó el poder del núcleo familiar del expresidente Manuel Zelaya en la nación.

Como consecuencia de lo anterior, la pareja presidencial incorporará a los cuatro hijos de ambos a puestos claves en el futuro gobierno y en su Partido Libertad y Refundación (Libre).

En efecto, los Zelaya se han convertido en la única familia hondureña en haber dado al país dos presidentes de la nación, elegidos democráticamente en menos de 15 años.

Manuel Zelaya, nacido en el seno de una familia de madereros y ganaderos, tras realizar sus primeros estudios en el Instituto Salesiano San Miguel, comenzó la carrera de Ingeniería Civil en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), que abandonó para dedicarse a la actividad agrícola y ganadera en los campos de propiedad de su familia.

De su apego a las tradiciones rurales le ha quedado su afición a los caballos, a la que se suma la de tocar la guitarra.

SÓLIDO MATRIMONIO

A los 24 años de edad, Manuel Zelaya se casó con la ahora presidenta, Xiomara Castro, y tienen cuatro hijos: Hortensia Zelaya (La Pichu), Zoe Zelaya, José Manuel Zelaya y Héctor Zelaya.

Desde joven combinó la actividad privada con el interés por la política, primero local y más tarde nacional. En el ámbito privado, fue fundador y gerente de diversas empresas mercantiles y agroforestales, presidente de la Asociación de Industriales de la Madera, directivo del Banco Sogerin y miembro directivo del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).

A comienzos de la década de 1980, “Mel” (nombre con el que se conoce popularmente a Zelaya) afianzó su andadura política como militante del Partido Liberal y fue designado miembro del Consejo Local y Departamental de Olancho.

En 1985 ingresó al Congreso Nacional, después de haber sido elegido diputado como representante de su partido, cargo que conservó hasta 1998, al ser reelegido en los dos períodos parlamentarios siguientes; en el transcurso de su gestión fue nombrado presidente de la Comisión Legislativa de Recursos Naturales y Petróleo.

“EL PODER CIUDADANO”

Aunque volvió a ser elegido como congresista para un cuarto período, renunció a su escaño y entre 1998 y 2002, durante la administración del presidente Carlos Roberto Flores, llevó a cabo una importante labor desde el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS), en el proceso de recuperación de las infraestructuras del país tras el paso del huracán Mitch (1998), desde esa institución emprendió numerosas obras públicas, como la reconstrucción de carreteras, acueductos y edificios.

Después del fracaso liberal en los comicios del 2001 y de un período de cierta ausencia en los medios de comunicación, retomó con fuerza el liderazgo dentro de su partido y demostró ser la fuerza dominante en las elecciones internas de febrero del 2005.

A lo largo de ese año, preparó su campaña como candidato a la Presidencia de la República bajo la propuesta de “Poder Ciudadano”, entendida como una praxis que reafirma la soberanía nacional.

El 27 de noviembre del 2005 se celebraron las séptimas elecciones desde que Honduras retornó a la democracia en 1980; en esa ocasión, Zelaya logró hacerse con una ajustada mayoría frente a su principal adversario, el líder del Partido Nacional, Porfirio Lobo.

GIRO IDEOLÓGICO

Zelaya, que sustituyó en el cargo presidencial al nacionalista Ricardo Maduro, dio un giro ideológico tras asumir la presidencia. El gobierno de Zelaya se alejó paulatinamente de Estados Unidos, tradicional aliado de Honduras, para acercarse a preceptos políticos propios de los líderes latinoamericanos de izquierda. En agosto del 2008 el país se incorporó al bloque regional Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), liderado por el presidente venezolano, Hugo Chávez.

A mediados del 2009, Zelaya estuvo en medio de una creciente tensión con el Congreso Nacional, el Ejército y los Tribunales de Justicia, debido a su intención de convocar un referéndum no vinculante para el 28 de junio del mismo año.

En dicho referéndum, debía manifestarse la ciudadanía hondureña sobre la inclusión de una “cuarta urna” en las elecciones presidenciales previstas para el 29 de noviembre, en la que se votaría la convocatoria de una Asamblea Constituyente destinada a reformar la Constitución de la República.

La propuesta de Zelaya fue invalidada por el Congreso Nacional y la Corte Suprema de Justicia, que la consideraron ilegal, y la jerarquía militar se negó a prestar el apoyo logístico necesario para la consulta. El día previsto para la consulta popular, el presidente fue depuesto y arrestado por efectivos del Ejército, que acto seguido lo enviaron a Costa Rica.

La presidenta Xiomara Castro de Zelaya se convirtió en la primera mujer en ocupar la presidencia de la República en el país.

CRISIS POLÍTICA

El presidente del Congreso, Roberto Micheletti, asumió la jefatura del Estado a título interino, relevo que cosechó la desaprobación de amplios sectores de la comunidad internacional, incluidos Estados Unidos, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE).

Ante el creciente riesgo de guerra civil y tras el fracaso de las gestiones de diversos organismos internacionales, el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, fue aceptado como mediador por ambas partes.

Sin embargo, la mediación de Arias fracasó, y el 21 de septiembre el depuesto presidente regresó de incógnito a Tegucigalpa, donde fue acogido por la embajada de Brasil. A partir de entonces, se iniciaron nuevas negociaciones entre representantes del gobierno de facto y colaboradores de Zelaya, a fin de pactar una solución a la crisis.

XIOMARA A LAS CALLES

Nacida en Tegucigalpa hace 62 años, Xiomara Castro fue primera dama, pero ganó gran notoriedad en las calles a partir del 2009.

Hasta ese día, Castro había sido una impecable primera dama de acuerdo al protocolo que para ellas impone Centroamérica: sonreír, inaugurar hospitales y visitar a los pobres, que en Honduras son el 74 por ciento de la población.

Así forjó su liderazgo, encabezando las protestas contra el golpe de Estado que derrocó a su esposo, Manuel Zelaya, en 2009, pero 13 años después se convertirá en la primera mujer en dirigir los destinos de la patria, a partir del 27 de enero.

Fue durante el exilio en República Dominicana (2010-2012), cuando el matrimonio supo que jamás recuperaría el poder y comenzaron a prepararse para que fuera ella la encargada de hacerlo.

En Santo Domingo, capital de Dominicana, surgió la idea de fundar el nuevo partido Libertad y Refundación (Libre).

Durante aquellos convulsos días, tras su retorno al país, fue acosada en muchas ocasiones por los soldados golpistas y a todas las provocaciones hizo frente pacíficamente con gran dignidad y firmeza, acompañada de su hija, “La Pichu”.

Doce años después de aquello, ella es presidenta y la adolescente que la acompañaba en las protestas es diputada en el Congreso.

ELECCIONES
LA TERCERA, LA VENCIDA
Para Xiomara Castro, la tercera fue la vencida. En primera instancia se lanzó a la presidencia como candidata de Libre, sin embargo, perdió las elecciones frente a Juan Orlando Hernández, en el 2013.

En el 2017, inicialmente Castro se había presentado como candidata de Libre, pero cedió sus aspiraciones políticas para permitir que Salvador Nasralla, candidato opositor, se lanzara frente a Hernández, quien triunfó.

El ahora mandatario buscó la reelección, prohibida hasta entonces por la Constitución de la República, pero avalada posteriormente por la Corte Suprema de Justicia.

En el 2020, Castro anunció sus aspiraciones políticas y un año después se lanzó a la presidencia por tercera vez, al frente de una coalición liderada por su partido, Libertad y Refundación (Libre), de izquierda.

La alianza de hecho fue concretada con el candidato de la Unión Nacional Opositora de Honduras (Unoh), Salvador Nasralla, quien en esa ocasión devolvió el favor a la exprimera dama, al declinar su postulación y ahora es designado presidencial electo.

LIDERAZGO
UN TRIUNFO APLASTANTE
En el último domingo de noviembre, el triunfo de Castro fue aplastante ante el candidato nacionalista y alcalde capitalino, Nasry Asfura, quien aceptó la derrota en forma paladina, pocos días después de los comicios.

El nuevo gobierno recibirá un país con enormes posibilidades, pero con el 74 por ciento de la población viviendo en la pobreza y un 53 por ciento en la pobreza extrema.

“Vamos a formar un gobierno de reconciliación, un gobierno de paz y justicia. Vamos a iniciar un proceso con toda Honduras para garantizar una democracia participativa”, ha prometido Xiomara Castro.

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