Caso caja chica de la dama: Falsos zapateros confiesan que solo cambiaban cheques

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4 de febrero de 2022
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05:10 am
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Caso caja chica de la dama: Falsos zapateros confiesan que solo cambiaban cheques

Saúl Escobar, exsecretario del despacho de la primera dama, fue “quemado” por los testigos protegidos, durante el juicio.

Cuatro falsos zapateros que cobraron cheques por el proyecto “Calzando los niños de Honduras” rindieron su declaración ayer, en la repetición del juicio oral y público contra la exprimera dama, Rosa Elena Bonilla; y su exsecretario, Saúl Escobar, acusados de fraude y apropiación indebida en el caso “Caja Chica de la Dama”.

Bajo la condición de testigos protegidos que forman parte de la prueba de cargo, uno a uno brindaron detalles acerca de la manera en que fueron contactados, los años en los que realizaron esa operación bancaria, a quienes les entregaron el dinero, entre otros aspectos.

En su mayoría, coincidieron al expresar que al momento de formalizar los contratos de zapatos contaban con la firma del encausado, Saúl Escobar.

Todos los declarantes manifestaron ante el tribunal que no eran zapateros ni comerciantes y que los contactaron por parte del Despacho de la Primera Dama entre los años 2010 y 2014, con la finalidad de cambiar cheques a cambio de una comisión.

SOLO OCUPABAN FIRMA

En el caso del Testigo Protegido (TP- 2), relató que un empleado de la Unidad de Desarrollo Comunitario (Udeco) del Despacho de la Primera Dama, lo contactó a principios del 2010, aduciendo que había un trabajo que consistía solamente en cambiar unos cheques que saldrían a su nombre, a cambio de una bonificación.

El testigo indicó que para realizar esa transacción lo citaron en la oficina de Udeco, ubicada en el Despacho de la Primera Dama, y le pidieron su tarjeta de identidad para girar los cheques a su nombre y así poderlos cobrar.

Asimismo, dijo que ingresó a una oficina donde se encontraba el encausado, Saúl Escobar; el coordinador de Udeco, Mauricio Mora (absuelto en este caso); y Elvin Rodas.

Ese día hasta le ofrecieron almuerzo y luego lo trasladaron a Banadesa, confirmaron los cheques por parte del cajero y cobró tres cheques que sumaban más de un millón de lempiras aproximadamente.

Luego de darle el dinero en un sobre amarillo, procedió a entregárselo a Elvin Rodas; dijo que no solo él se encontraba realizando este tipo de actividades, sino que había varias personas haciendo lo mismo que él, luego fue llevado nuevamente a Udeco donde le pagaron una comisión de 2,000 a 3,000 lempiras.

SEGUNDA “CHAMBA”

El testigo en mención añadió que lo volvieron a contactar a principios del 2014, para que volviera a realizar lo mismo, pero esta vez en un banco nacional.

En esa ocasión lo contactó el extinto, Julio Galdámez, persona de confianza de Mora y exempleado del Programa de Asistencia Familiar (Praf), quien lo esperó afuera en el parqueo de la agencia bancaria.

La confirmación de los cheques tardó más de una hora y media y primeramente le negaron poder hacer el cobro, por lo que se dirigió hasta donde Galdámez para informarle lo ocurrido; en ese momento, fueron a buscar a una persona del banco para que les permitiera el cobro.

Nuevamente en la caja, listo para cobrar, al testigo protegido -quien ya se encontraba solo- le manifestaron que la persona que autorizaba los cheques no respondía, por lo que apareció un empleado del banco al que anteriormente habían buscado para que les ayudara. Este le manifestó al cajero que los cheques serían confirmados por el secretario privado de la primera dama, Saúl Escobar, porque ella se encontraba en una reunión.

Al cobrarlo, regresó nuevamente al carro donde lo esperaba Galdámez, a quien le entregó el dinero y a cambio le dieron una pequeña comisión.

El testigo recalcó al tribunal que no es zapatero, tampoco tiene fábrica, dijo que ocupaban básicamente su identidad y su firma, la cual plasmó en unos contratos en los que se comprometía a entregar zapatos que tenían el logo del gobierno y hablaban de una cierta cantidad de dinero. También contaban con la firma del señor Saúl Escobar y solo se le contactó para cambiar los cheques.

CONTRADICCIÓN

La defensora pública, Tesla Sibrián, quien representa en esta causa a Saúl Escobar, alegó durante el interrogatorio que lo declarado por el testigo presentaba una contradicción en cuanto a los hechos que este argumentaba. Esto ocurrió luego de que la togada, con un “bombardeo” de preguntas capciosas, condujera al testigo a una confusión y con ello provocara que su declaración quedara desestimada.

Sin embargo, el testigo le planteó al tribunal la confusión que tuvo en torno a los dos momentos, en los cuales rectificó que en 2010 a quien le entregó el dinero de lo cobrado de los cheques fue a Elvin Rodas y en 2014 al extinto Julio Galdámez. Además, señaló que fue en el 2010 la única vez que vio al señor Saúl Escobar en el despacho de Udeco, al momento que firmó varios contratos. (XM)

TESTIGO PROTEGIDO
“Galdámez me pidió que le ayudara a cambiar cheques”
Otro de los testigos protegidos (TP-4) sostuvo que por cuestiones de trabajo conoció a Mauricio Mora, director de Udeco; y a su asistente, el extinto Julio Galdámez.

El testigo contó que “Julio Galdámez me pidió que le ayudara a cambiar unos cheques y que le llevara la tarjeta de identidad, a lo cual accedí; a los días me llamó otra vez y me dijo que había que cobrar unos cheques para justificar una entrega de un calzado escolar, me citaron en la agencia de un banco nacional…”.

Agregó que “cambiamos los cheques, después le entregamos a Julio Galdámez, en el parqueo de la agencia bancaria; firmamos un acta de entrega y un contrato y el contratante en este caso era el señor Saúl Escobar como secretario de la presidencia y yo, el contratado…”.

“…firmamos el contrato por la entrega de 1,200 pares de zapatos, le entregamos el dinero y luego nos dieron una pequeña comisión; la verdad es que Julio Galdámez me dijo que no iba haber ningún problema y la verdad es que yo no era ni zapatero ni comerciante ni tenía taller”, manifestó.

Indicó que “hicimos ese proceso, los papeles que firmé yo creo que no tienen valor porque no era ni comerciante ni zapatero, los cheques que cambiamos tenían un valor entre los 280,000 lempiras”.

A las preguntas de la fiscalía, afirmó que conoció a Julio Galdámez entre el 2008 y 2009, en unas “canchitas” de fútbol; le pidieron la identidad a principios de febrero, porque iban a poner a su nombre unos cheques, porque iban a justificar una liquidación referente a la entrega de zapatos. Después lo pusieron a firmar un acta de entrega y un contrato dentro de un carro donde estaba presente Julio Galdámez y su chofer; en otro carro aparte estaba Mauricio Mora.

Firmó después de cambiar los cheques y le pagaron la comisión de 2,000 lempiras; se refiere de manera plural porque había alrededor de cinco personas a las que logró ver y cambió cheques en dos ocasiones.

Hoy se abordarán dos pruebas periciales a partir de las 9:00 de la mañana.

Todavía falta la declaración de un testigo protegido más de la fiscalía, por lo que el tribunal solicitó que traten de ubicarlo antes de que se culmine con el desarrollo del debate. (XM)

Rosa Elena de Bonilla se conectó al juicio vía Zoom.

AL ESTAR CONTAGIADA DE COVID-19
Exprimera dama se conectó vía Zoom
Durante el desarrollo del debate, la exprimera dama se conectó vía zoom, debido a que se encuentra contagiada de COVID-19, sin embargo, su esposo, el expresidente Porfirio Lobo, estuvo en la sala al igual que los abogados de la encausada y demás partes procesales.

Dos testigos más declararon ante el tribunal, en horas de la tarde de ayer y tras finalizar con el interrogatorio, se procedió a evacuar la prueba documental y se suspendió a las 4:30 de la tarde.

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