La gremial del sector turismo se opone frontalmente a las intenciones de derogar la Ley del Empleo por Hora, al exponer que para esta actividad este régimen laboral es de suma importancia.
Así se pronunció la Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh) mediante un comunicado donde los empresarios de este rubro ven “con alta preocupación”, la propuesta legislativa de eliminar esta modalidad de empleo, de “vital importancia” para la denominada “industria sin chimeneas”.
“En muchos subsectores como hoteles, restaurantes, bares, atractivos turísticos, entre otros, las jornadas de trabajo se realizan en horarios nocturnos, horarios partidos o extendidos hasta por 24 horas los 365 días del año”, expuso.
Además, sostiene que el turismo responde a una temporalidad, con ocupaciones altas o bajas. “Un ejemplo es Semana Santa y Feriado Morazánico, donde los destinos de sol y playa, naturaleza y arqueología tienen una ocupación alta, mientras que los hoteles de ciudad tienen ocupación baja”.
Recalca que dicha Ley está en armonía tanto con la Constitución de la República, legislación laboral, seguridad social y los convenios internacionales ratificados con la Organización Internacional de Trabajo OIT.
Teme un impacto negativo en este sector que genera empleos directos e indirectos entre jóvenes, mujeres y personas de la tercera edad ,“esto podría significar la pérdida de hasta casi un 50 por ciento de los empleos que genera la industria turística en el país, y la posibilidad de que casi 100,000 personas se queden sin trabajo”.
La ministra de Turismo, Yadira Gómez, coincidió esta semana con el posicionamiento de la Canaturh, al oponerse a la derogación de la Ley de Empleo por Hora porque afectaría la reactivación de este rubro altamente golpeado por la pandemia. “Necesitamos en este momento, en mi opinión, ese trabajo por hora porque estamos en una crisis económica”, zanjó.
El Congreso Nacional anunció que, dado el clamor de los empresarios, habrá una discusión amplia sobre la derogación la próxima semana en la comisión de dictamen, pero deja por sentado que los derechos de los trabajadores son irrenunciables. (JB)
