Mariachi Show: “Nos han corrido con todo y novio”
Después de tanta toxicidad política, el “Mariachi Show” nos envuelve en el mes de San Valentín. Cantan de todo -Christian Nodal, Banda MS, Calibre 50- entre los más pedidos; en todos lados y para todos los gustos: Enamorados, traicionados y divorciados. Hoy están para demostrarlo. Justo los hallamos en la esquina de una zona residencial de la capital, con un nerviosísimo Cupido esperando sorprender a su novia. Raúl, que así se llama el cliente, se mira desesperado. Parece que Zara, su novia, lo ha dejado plantado. “A veces pasa, hemos visto de todo en este oficio”, dice Yovani, el líder del grupo. Sus compañeros esperan con él ensayando mientras llega el momento. El bullicio de los carros ahoga sus canciones. Los transeúntes gritan como charros al verlos. Son como las 2:00 de la tarde y hay mucha expectación por la llegada de la novia. Mientras eso pasa, Yovani presenta al grupo y comparte sus secretos.
¿Desde cuándo en la música?
Desde los 12 años, comencé a tocar guitarra en San Pedro Sula, andaba con otro grupo, tengo 10 tíos y todos son músicos, ellos me contagiaron.
¿Qué instrumento toca?
A los 16 años empecé a tocar acordeón y la guitarra.
¿Estuvo en otro grupo?
Comencé profesionalmente con el Mariachi Honduras, ahí trabajé unos 15 años y desde hace tres años con mi grupo Mariachi Show, trabajamos a domicilio y en todos lados.
¿Hasta dónde han cantado?
Donde nos contratan y cuando anduve en la calle me tocó cantar en cantinas y burdeles.
¿Qué los diferencia de los otros grupos?
Cantamos la música nueva, reciente, que otros grupos no la cantan.
¿Cómo cuáles?
Ahora, los grupos más famosos como Calibre 50 con “Siempre te voy a querer” y “Amor del bueno”, Christian Nodal y Banda MS.
¿Qué canciones piden más?
Serenatas, románticas, felicitaciones, cumpleaños y de despecho.
¿Cómo se conocieron?
En la farándula, uno se va conociendo con otro y así se va ganando amistades y al final se acopla a trabajar en la parte emocional, mental, física, artística y uno se queda.
¿Cuál es el secreto de este trabajo?
Ser profesional, estudiar, porque en la farándula hay de todo, chapuceros, no ensayan, otros que solo se saben la mitad de las canciones y como el cliente normalmente no sabe de música, le meten gato por liebre.
¿Fueron a una escuela musical?
Somos empíricos, normalmente, todos los músicos de la capital son empíricos, no estudiamos, ni nada, aprendimos a tocar de oído.
¿Amenizan de todo?
Lo que se venga, hasta divorcios.
¿De verdad?
Claro, mucha gente se alegra cuando se deja con otra persona.
¿Lloran?
Amargamente, mujeres y hombres, la música tiene un poder muy fuerte en el sentimiento humano que provoca lágrimas y risas a la vez.
¿Algún incidente?
Ninguno que lamentar, aunque a veces salen muy enojados la novia con el novio o la esposa con el esposo, pero siempre terminan reconciliándose.
¿Su mayor satisfacción?
Que el cliente nos diga ‘cantan bonito’.
¿Lo peor que le ha pasado?
Cuando el público no aplaude, desanimado, tenemos que inventar hasta tonterías con tal que reaccione.
¿Están pasando de moda los mariachis?
No creo, se mantiene la tradición, hasta los jóvenes los piden, les gusta el reguetón solo para bailarlo, pero buscan mariachis para expresar sus sentimientos.
¿Cuesta más de noche?
Sí, sobre todo en la madrugada.
¿Cuánto?
La presentación vale tres mil lempiras con siete canciones, el paquete de canciones, cuatro mil, nosotros ponemos el transporte. Si es fuera de la capital, vale más.
¿Pegan con las mujeres?
Algunos tienen buena química, a mí me ha ido mal.
¿Peligroso trabajar en la madrugada?
No, yo me he metido en todos lados, burdeles y cantinas, somos muy populares.
¿Cantan a políticos?
A todos, somos profesionales, vivimos de nuestro trabajo.
¿Hay cultura por el mariachi?
Falta cultivarlo, hay clientes que nos piden bachata y reguetón sin saber que se ocupan otros instrumentos y vestimenta.
¿Qué les pidió el cliente de hoy?
Le trae una serenata a su novia y estamos esperándola para darle esa sorpresa tan bella.
¿Sus hijos cantan?
Solo mi hija de 14 años, lo trae en la sangre.
En medio de la charla, Yovani se separa para atender al novio que sale impaciente de la oficina. Es un edificio comercial cuyos empleados se han alertado por la presencia de los mariachis. Aprovechamos para conocer a los demás integrantes del grupo. Comenzamos con Darwin Alvarado, vocalista y guitarrrista del grupo:
¿Cómo empezó?
Con maracas, mi papá me enseñó desde los siete años. Ahora toco vihuela, guitarrón y guitarra.
¿Una anécdota?
Muchas agradables y de todo tipo, hasta nos han corrido con todo y novio, los papás de la novia no lo querían.
¿Siguen pegando los mariachis?
Claro, es un detalle muy bonito que le gusta a todas las mujeres.
¿Cómo están de trabajo?
Ahora está bueno, sale mucho trabajo.
Atrás de Darwin está su hermano, Josué, el más joven del grupo y se distingue por su porte. Al igual que todos, anda vestido de charro: Traje negro, faja con hebilla grande, botas y corbatín rojo. Lleva además unas gafas que le dan un aire de conquistador. Toca la guitarra y canta.
¿Tiene buen repertorio?
Al principio solo me sabía 10 canciones, pero ahora perdí la cuenta.
¿Sus favoritas?
Las de Calibre 50.
¿Le salen novias?
De todo un poco.
¿Ha pensado trabajar en otro lado?
No, amo la música.
Completa el grupo Osman Mejía, el trompetista. Ha pasado por varios grupos y su presencia se nota cuando ejecuta su instrumento. En breve lo va demostrar.
¿Su primer mariachi?
Desde los 13 años, comencé con América, Sol de Honduras y Social Catracho.
¿Cómo es la vida del mariachi?
Bonita, la música es un mensaje de amor.
¿Qué hace en su tiempo libre?
Nos llevamos ensayando.
¿Se echa sus cervezas?
Unas cuantas, pero fuera de labores por respeto a la clientela.
Los “charros” están a punto de irse porque el novio les ha dicho que ya no viene su prometida. De repente, el enamorado llega corriendo y les grita, “Viene, viene”. Ha llegado el momento para el novio, para los mariachis y para la novia. Se cuadran en el primer piso del edificio. Yovani abre el repertorio, los novios se besan ruborizados, se para el tráfico, los empleados salen al pasillo. Ciertamente, todo un “show”.
ÉL ES
Yovani Canales nació en San Isidro, Choluteca, en 1980. Emigró a los 5 años con su madre a la capital. Se inició en la música de manera empírica desde los 12 años. Fue parte del Mariachi Honduras por 15 años y desde hace tres años lidera el grupo Mariachi Show. Está casado y tiene cuatro hijos. Para contrataciones (504) 9935-0079.
