Por: Otto Martín Wolf
…de un aficionado a la astrofísica.
Sin ninguna pena y también sin temor a las críticas de los verdaderos expertos en la materia debo decir que no creo en ellos, no creo que existan otros universos aparte del nuestro.
Lo que creo (ingenuamente) es que pueden existir otras zonas fuera de nuestro alcance visual (telescopios, sondas, etc.), con otras leyes físicas, las cuales no comprendemos, solo podemos imaginar y especular sobre ellas.
Un ejemplo a escala terrestre?
Supongamos que existe un planeta igual a la Tierra, exactamente a la misma distancia del sol, con una órbita igual a la nuestra, pero ubicado en el extremo opuesto.
Nunca lo podríamos ver, siempre nos jugaría la vuelta (y nosotros a él).
Ese planeta estaría ubicado a 150 millones de Kilómetros del sol, pero en el otro lado, o sea a 300 millones de la Tierra, siempre escondiéndose, siempre escapando a todo, excepto a nuestra imaginación.
Podemos especular que existe y nadie podría comprobar nada con nuestros actuales conocimientos.
Tomemos otro ejemplo, un montón de piedras (nada que ver con nuestra selección), de alguna manera incomprensible para nosotros podrán “pensar”? ¿Tendrán una especie de vida, una existencia tan alejada de nuestra realidad que no la podemos detectar ni mucho menos entender? ¿Por qué no?
El hecho de que lo ignoremos no las coloca fuera de nuestro universo. En su rígida existencia (desde nuestro punto de vista) están también aquí, no son otro universo, solo que uno cuyo funcionamiento y orden es indetectable para nosotros.
Para “ellas” el tiempo tendría un diferente significado, algo que no podríamos comprender, como tampoco podrían entender el nuestro.
Dos universos aparte coexistiendo sin jamás encontrarse.
Vamos a algo más complicado para tratar de encontrar esos universos diferentes al nuestro. Qué tal pensar que existen en otra dimensión, cuarta, quinta, etc.
Podemos imaginar otras dimensiones, especular cómo son y todo eso, pero no lo podemos demostrar físicamente porque nosotros solo tenemos alcance para ver 3 dimensiones, así es como somos, seres tridimensionales.
Igual sucedería con cualquier ser que viviera en dos dimensiones -ancho y largo- no podría ver para arriba de “su” universo, aunque aquí estaríamos nosotros, los tridimensionales.
Que el espacio-tiempo es otra dimensión? Puede llamarlo como quiera, pero al final de cuentas podemos percibir ese espacio-tiempo, por lo tanto, está en nuestro universo, cierto?
Y todos los “multiversos” que puedan existir están en el nuestro, solo que no los podemos percibir, al menos -también- con los actuales conocimientos.
También podrían existir minimultiversos, galaxias enteras, millones de ellas más pequeñas que la partícula más pequeña (los quarks) que son mucho más diminutos que los electrones del átomo.
Esas galaxias podrían existir en cada átomo de todos los átomos existentes en el cosmos, billones y billones de minimultiversos que tampoco se conocerían o detectarían entre sí, aunque en algunos de ellos existiera algún tipo de inteligencia similar (o mejor) que la nuestra.
En este momento quizá en alguno de ellos -un aficionado a la astrofísica- está escribiendo un artículo que no va a interesar casi a nadie, cómo podríamos saberlo?
Debo hacer una pausa en mis especulaciones para solicitar a todos los fanáticos religiosos, de todas las religiones, que no traten de introducir a sus dioses en este asunto que es puramente de algo parecido a la ciencia ficción (al igual que sus creencias, que conste), así evitaremos debates estériles.
Multiversos? En mi opinión no existen, es uno solo, enorme, multidimensional quizás, pero solo uno, con una gran parte de momento imposible de detectar por nosotros, excepto con la imaginación.
Nota de última hora: Juro por lo más sagrado de mis convicciones que cuando estaba en la revisión final de este artículo, una revista científica a la que estoy suscrito desde hace años (Academia Espacial) publicó (hoy) una nota parecida a la mía, quizá no en la forma, pero en el fondo. Una gran casualidad, especialmente por lo que digo “quizá en este momento un aficionado a la astrofísica está escribiendo un artículo que no va a interesar casi a nadie. Una de las muchas casualidades inexplicables que a veces ocurren.
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