Los delitos detallados en la nota verbal 119-2022

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16 de febrero de 2022
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03:29 am
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Los delitos detallados en la nota verbal 119-2022

La acusación del expresidente Juan Orlando Hernández se resume en 14 páginas.

La Fiscalía del Distrito Sur de New York, Estados Unidos, que acusa al expresidente, Juan Orlando Hernández, por tres cargos relacionados al narcotráfico, conspiración para delinquir y tráfico de armas, plasmó en la acusación que desde el 2004 le seguían los pasos y que desde ese año hasta la fecha transportó más de 500 mil kilogramos de cocaína.

“Entre los años 2004 hasta el 2022 o aproximadamente esa fecha, Juan Orlando Hernández Alvarado participó en una conspiración violenta de narcotráfico para recibir cargamentos de múltiples toneladas de cocaína enviadas a Honduras desde Colombia y Venezuela, entre otros lugares, por rutas aéreas y marítimas, y para transportar las drogas hacia el oeste de Honduras, hacia la frontera con Guatemala, y finalmente a los Estados Unidos” se detalla en la acusación.

Asimismo, “en total, desde aproximadamente el 2004, la conspiración transportó más de aproximadamente 500,000 kilogramos de cocaína a través de Honduras con destino a los Estados Unidos”.

Mientras tanto, los cargos por los cuales está siendo solicitado en extradición son conspiración para (I) importar una sustancia controlada a los Estados Unidos desde un lugar fuera del mismo; (II) fabricar y distribuir una sustancia controlada, con la intención y el conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente a los Estados Unidos y a las aguas a una distancia de 12 millas de la costa de los Estados Unidos; y (III) fabricar, distribuir y poseer con la intención de distribuir una sustancia controlada a bordo de una aeronave registrada en los Estados Unidos, en violación del Título 21 del Código de los Estados Unidos, Secciones 952, 959, 960 y 963, y del Título 18 del Código de los Estados Unidos, Sección 3238.

Asimismo, de usar o portar armas de fuego, o ayudar e instigar al uso, el porte y la posesión de armas de fuego, a saber: ametralladoras y dispositivos destructivos, durante y en relación con, o poseer armas de fuego, incluidas las ametralladoras y los dispositivos destructivos, en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos de la que se le acusa en el Cargo Uno de la Acusación de reemplazo y ayudar e instigar a la misma, en violación del Título 18 del Código de los Estados Unidos, secciones 924(c), 3238 y 2 y conspiración para usar o portar armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, durante y en relación con, o poseer armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos.
“Como parte de esta conspiración, Hernández recibió millones de dólares por sobornos y ganancias de múltiples organizaciones de narcotráfico en Honduras, México, y otros lugares. A cambio de ello, Hernández protegió a los narcotraficantes de la investigación, detención, y extradición; hizo que se proporcionara información sensible de las fuerzas policiales y militares a los narcotraficantes para ayudarles en sus actividades delictivas; hizo que miembros de la Policía Nacional de Honduras y de las fuerzas militares protegieran cargamentos de drogas en Honduras; y permitió que se cometieran actos de violencia brutales sin consecuencia.

Según las pruebas y el testimonio jurado admitido en el curso de procedimientos en el Tribunal de Distrito de los EE. UU. “Para el Distrito Sur de Nueva York, Hernández y sus co-conspiradores participaron en numerosos actos para promover los delitos de los que se le acusa por tráfico de cocaína y armas, entre otras cosas”.

Asimismo, “para el 2005 o alrededor de esa fecha, el expresidente quien para ese entonces era congresista y se presentaba a la reelección, aceptó aproximadamente 40,000 dólares estadounidenses (USD) en concepto de ganancias del narcotráfico de Víctor Hugo Díaz Morales, alias “El Rojo” (“Díaz Morales”), antiguo líder de una organización de narcotraficantes con sede en Honduras y Guatemala, cuyo soborno se pagó a través de Antonio Hernández Alvarado, alias Tony Hernández (“Hernández Alvarado”). A cambio, la organización de Díaz Morales, que trabajaba en ese momento con Hernández Alvarado, recibió información y protección de las fuerzas del orden hondureñas que ayudaron a Díaz Morales y a Hernández Alvarado a transportar grandes cantidades de cocaína con destino a Estados Unidos a través de Honduras y hacia Guatemala”.

RESPALDO DEL ROJO

“En 2009 o alrededor de esa fecha, Hernández comenzó a hacer campaña para convertirse en presidente del Congreso Nacional de Honduras. Alrededor de esta época, Díaz Morales proporcionó aproximadamente 100,000 dólares estadounidenses de ganancias del narcotráfico a Hernández Alvarado para, entre otros funcionarios públicos, Hernández, a cambio, Hernández Alvarado prometió que, si la elección de Hernández tenía éxito, los funcionarios amenos al narcotráfico de Díaz Morales y Hernández Alvarado serían colocados en los 6 principales puestos de aplicación de la ley, y Hernández Alvarado y Díaz Morales tendrían más acceso a la información para ayudar con sus actividades delictivas, incluyendo información sobre los esfuerzos de interdicción de la Policía Nacional de Honduras y el Ejército”.

“Entre 2004 y 2016, aproximadamente, en parte como resultado de los sobornos mencionados anteriormente pagados a Hernández, Díaz Morales recibió información sensible sobre la aplicación de la ley y las fuerzas militares en Honduras que era fundamental para su organización de narcotráfico. Por ejemplo, Díaz Morales recibió información sobre las operaciones de la Armada hondureña; los esfuerzos de los Estados Unidos por entrenar a los pilotos de la Fuerza Aérea hondureña a volar de noche para realizar operaciones antinarcóticos; la capacidad de los radares militares hondureños, para que los envíos de cocaína en avión pudieran evitar ser detectados; y los esfuerzos de interdicción de ciertos funcionarios de la Policía Nacional de Honduras”.
“Durante este mismo período de tiempo o aproximadamente, Díaz Morales y Hernández Alvarado trabajaron juntos para transportar a través de Honduras aproximadamente 140,000 kilogramos de cocaína con destino a Estados Unidos”.

CON PEPE

“En 2009 o alrededor de esa fecha, el aliado político de Hernández, Porfirio Lobo Sosa, alias “Pepe Lobo” (“Lobo Sosa”), comenzó a hacer campaña para convertirse en presidente de Honduras. Alrededor de esa época, Hernández y Lobo Sosa trabajaron juntos para obtener aproximadamente 2,000,000 de dólares estadounidenses de ganancias del narcotráfico de Amílcar Alexander Ardón Soriano, alias “Chande” (“Ardón Soriano”), un antiguo narcotraficante hondureño y el entonces alcalde de El Paraíso, Copán, en Honduras. A cambio, Hernández y Lobo Sosa prometieron proteger a Ardón Soriano de la detención y la extradición a los Estados Unidos, y nombrar al pariente y co-conspirador de Ardón Soriano (“CC-1”) para un puesto en el gobierno nacional de Honduras. En noviembre del 2009 o alrededor de esa fecha, Lobo Sosa fue elegido presidente de Honduras, y en enero del 2010 o alrededor de esa fecha, Hernández se convirtió en presidente del Congreso Nacional”.

A partir de entonces, y a cambio del soborno de 2,000,000 de dólares estadounidenses de Ardón Soriano, mencionado anteriormente, Hernández y Lobo Sosa nombraron a CC-1 como jefe de una agencia gubernamental hondureña (“Agencia-1′). En esa función, y bajo la dirección de Hernández y Lobo Sosa, CC-1 adjudicó contratos meta a compañías ficticias controladas por narcotraficantes para ayudarlos a las ganancias del narcotráfico”.
“Una vez que Hernández se convirtió en presidente del Congreso Nacional, aproximadamente en enero del 2010, Hernández Alvarado y Ardón Soriano participaron en múltiples cargamentos de cocaína al mes utilizando varios medios de transporte, incluyendo helicópteros, aviones y barcos.

“Al menos uno de los helicópteros que Hernández Alvarado y Ardón Soriano utilizaban para transportar cocaína estaba registrado en los Estados Unidos. Con el apoyo prometido de Hernández y miembros de la Policía Nacional de Honduras, Hernández Alvarado y Ardón Soriano trabajaron juntos para transportar a través de Honduras más de aproximadamente 30,000 kilogramos de cocaína con destino a los Estados Unidos. Seguros de que HERNÁNDEZ y otros funcionarios corruptos los protegían, Hernández Alvarado y Ardón Soriano sellaron parte de la cocaína que traficaba con sus iniciales, “TH” y “AA”, respectivamente.

AUTORIZA EXTRADICIÓN

En 2012 o alrededor de esa fecha, Hernández apoyó públicamente una enmienda a la Constitución hondureña que, por primera vez, autorizaba la extradición de ciudadanos hondureños a los Estados Unidos para ser procesados por cargos de narcotráfico. Sin embargo, durante reuniones privadas, Hernández, Hernández Alvarado y otros OEA”.

“En 2012 o alrededor de esa fecha, Hernández apoyó públicamente una enmienda a la Constitución hondureña que, por primera vez, autorizaba la extradición de ciudadanos hondureños a los Estados Unidos para ser procesados por cargos de narcotráfico. Sin embargo, durante reuniones privadas, Hernández, Hernández Alvarado y otros destacados funcionarios públicos de Honduras prometieron proteger a sus aliados del narcotráfico de la detención y la extradición a los Estados Unidos a cambio de grandes pagos de las ganancias del narcotráfico y del apoyo en las próximas elecciones.

NEXOS CON “EL CHAPO”

“En 2013 o alrededor de esa fecha, Hernández comenzó a hacer campaña para convertirse en presidente de Honduras. En relación con su campaña, Hernández aceptó aproximadamente 1,000,000 dólares estadounidenses en ganancias del narcotráfico de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo” (“Guzmán Loera”), que se pagaron a Hernández a través de Hernández Alvarado, Alrededor de esta época, Hernández Alvarado estaba trabajando en coordinación con Ardón Soriano y Otra organización de narcotraficantes liderada por Miguel Arnulfo Valle Valle (‘Miguel Valle”) y Luis Antonio Valle Valle (“Luis Valle”) para proporcionar al cartel de Sinaloa, entonces liderado por Guzmán Loera, cantidades masivas de cocaína y con seguridad armada para el transporte de esos cargamentos a través de Honduras. Hernández envió a Hernández Alvarado y a un socio, armados con ametralladoras, a recoger el soborno de 1,000,000 dólares estadounidenses de Guzmán Loera.

A cambio del 1,000,000 dólares estadounidenses de Guzmán Loera, Hernández prometió seguir protegiendo las actividades de narcotráfico del cartel de Sinaloa en Honduras”.

“En 2013 o alrededor de esa fecha, en el período previo a las elecciones presidenciales hondureñas, Hernández ordenó a CC 1 y a otros a que sobornaran a determinados políticos y funcionarios electorales utilizando los fondos de la campaña de Hernández, los cuales se financiaban en parte con los ingresos del narcotráfico, con el fin de garantizar que Hernández ganara las elecciones. Como parte de estos esfuerzos, CC 1 y otros viajaron a varios municipios que no apoyaban suficientemente a Hernández, y sobornaron a los funcionarios que controlaban los centros de votación para manipular el recuento de votos a favor de Hernández, a cambio de este fraude electoral, Hernández protegió y apoyó las actividades de narcotráfico de Ardón Soriano.

“En 2013 y 2014, aproximadamente cuando Hernández fue elegido presidente de Honduras, como parte de su participación continua en la conspiración de tráfico de cocaína, Hernández se asoció con Geovanny Fuentes Ramírez (“Fuentes Ramírez”), un violento narcotraficante hondureño que operaba un laboratorio de cocaína en Honduras. Durante el transcurso de varias reuniones, (I) Fuentes Ramírez, proporcionó a Hernández aproximadamente 25,000 dólares en el entendimiento que le facilitaría la protección de Fuentes Ramírez de escrutinio de las Fuerzas del orden”. (XM)

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