Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
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DANLÍ, El Paraíso. Después de dos años de ausencia en las aulas, tanto para docentes, alumnos y padres, ha sido una experiencia traumática de la que la mayoría desea salir cuanto antes, sin embargo, no en todos los centros educativos existen las condiciones para volver.
Edwin Amador, director del CEB “Gabriela Mistral, uno de los centros educativos emblemáticos de la ciudad desde sus orígenes, dice estar listo con su equipo de trabajo para iniciar las clases semipresenciales. Solo espera que las autoridades superiores lo indiquen. “Para nosotros como educadores ha sido difícil esta modalidad a distancia. Nadie estaba preparado para hacer frente a esta pandemia, un virus desconocido pero letal que hasta hoy ha cobrado miles de vidas en todo el mundo. Afortunadamente, en el caso particular de nuestro centro educativo hemos ido saliendo avantes con este sistema.
“Lo significativo de todo esto, es que los padres tomaron con responsabilidad el papel que les corresponde en las escuelas, ahora desde sus hogares han visto que es difícil y al mismo tiempo reconocer que el maestro es indispensable que esté frente al alumno. En lo que respecta a este centro educativo hemos contado con el apoyo del 90% de los padres. Sin embargo, algunas familias por la misma situación de trabajo, no estuvieron en condiciones de brindar total apoyo a sus hijos en su casa por la falta de un dispositivo celular. Una de las principales debilidades para muchos hogares es la conexión a internet porque constituyó un costo adicional que nunca estuvo contemplado en el presupuesto de la familia.
Consultado sobre las repercusiones ocasionadas por la ausencia de los niños en las aulas, señalo que han encontrado diferentes debilidades en los alumnos porque el sistema a distancia es complicado. Nosotros partimos de utilizar la plataforma de aquellos niños que no pueden conectarse, por lo que determinamos la importancia de asignar tareas a través del WhastsApp y sesiones vía zoom con niños que lo podían hacer, en estos casos el maestro fue determinante. Son dos años de rezago en calidad educativa; durante estos dos años hemos visto la debilidad del niño en el aprendizaje, no es lo mismo la distancia que estar frente al maestro.
¿Están preparados para regresar a clases? “Desde el 1 de febrero iniciamos labores en el proceso de matrícula. Ya tenemos elaborado un plan de acción el cual vamos a ejecutar en el momento que nuestras autoridades estimen dar la orden de volver a clases ya sea semipresenciales o definitivamente, presenciales como debe ser. Este plan fue aprobado con el Consejo de maestros y la asociación de padres. Solo esperamos los lineamientos precisos para iniciar lo que hemos planificado con la modalidad indicada. La mayoría de padres quieren que sus hijos regresen a clases siempre y cuando el proceso de vacunación sea agilizado para que todos los niños estén vacunados. Lamentablemente, este proceso no está ocurriendo porque las vacunas son limitadas y no todos los niños tienen acceso a la vacuna, argumentó.
¿Con las medidas de bioseguridad, están preparados? “En nuestro plan está definido, desde que el niño sale de su casa, entra al portón y el aula y, su retorno al hogar debe llevar consigo el gel y mascarilla. Lógicamente que estos insumos de seguridad debe ser costeado por los padres para la seguridad de sus hijos tal como lo han venido haciendo en los hogares y los sitios que frecuentan. Ya en el aula de clase los docentes dispondrán de otros elementos. Los dispensadores de gel serán ubicados en partes estratégicas de las aulas y entorno del centro educativo, además, por ahora contamos con agua suficiente, concluyo.
Pero qué piensan los niños y padres tras dos años de ausencia y el posible regreso a clases. Ivonne Molina, tiene 9 años, alumna del 5º grado, dice que durante los 2 años de ausencia en el aula siente no haber aprendido nada, no es lo mismo recibir la clase con mi maestra. Me hace falta estar con mis compañeros y amigos, estoy alegre al pensar que pronto regresaremos a la escuela. Igual piensa su hermano Eduardo (11), él es alumno del 6º grado. “La verdad que me he sentido muy mal todo este tiempo, hace falta estar en la clase con el maestro, a distancia no se aprende mucho, me da tristeza estar en estas condiciones, quiero volver al aula y compartir con mis compañeros.
Brytanny Sosa (10), espera haber pasado el 5º grado. Dice que los dos años sin venir a la escuela han sido muy tristes. Hace falta la comunicación con la maestra y los compañeros. Quiero volver a clases, eso me haría muy feliz, quiero volver pronto. David Eduardo García (14) 7º grado. “Ha sido un tiempo difícil, estoy cansado de la comunicación virtual, no es lo mismo, no hay rendimiento, he bajado las notas; quiero volver a clases porque se aprende más con el maestro. Dice que su aspiración es estudiar ingeniera civil.
Cinthia Molina, es maestra y madre de Ivonne y Eduardo, dice que como padres de familia ha sido una situación difícil por el hecho de asumir el papel del maestro en el hogar. Los compromisos en casa, el trabajo y una serie de responsabilidades para suplir las necesidades de la familia han sido estresantes. Para muchos de los padres que no entienden mucho de los temas educativos y no saber cómo explicar a sus hijos es frustrante. Ha sido una situación compleja porque la educación de nuestros hijos se ha visto muy afectada. Además, en la parte psicológica las consecuencias son notorias en el comportamiento diario. La falta de relaciones sociales y personales afecta la personalidad del niño, indicó.
Juana Izabeth Sevilla, es madre de tres hijos. “Soy ama de casa, ya puede imaginarse cuánto trabajo, ir de un lado a otro para llevar lo necesario a casa y después ayudar a los hijos con las tareas, ha sido muy difícil. Quiero que mis hijos vuelvan a clases, están atrasados y deben recuperar el tiempo perdido, expresó.
