El pueblo con determinación le confía el poder a una mujer

ZV
/
20 de febrero de 2022
/
12:45 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
El pueblo con determinación le confía el poder a una mujer

Por: Jorge Erasmo Bustillo

Después de la emancipación del dominio de los capitanes generales que representaban el Reino de España, los países centroamericanos han sido gobernados por las castas que heredaron todas las argucias y maniobras de sus antecesores, porque siendo criollos aprendieron a detentar el poder político y económico para su interés propio, explotando a las masas del pueblo que les confiaba el gobierno. Esto se convirtió en una tradición y desde entonces quienes han ejercido el poder, mantienen esa actitud ofensiva hacia los anhelos de las mayorías, convirtiéndose en dictaduras cerradas solo con beneficios para sus adeptos, mientras los pueblos que les confiaron el mandato, se fueron convirtiendo en clases olvidadas, que padecen hambre y miseria, donde las mujeres han sufrido la peor desdicha. Haciendo una evocación de la época más reciente, podemos decir que la República de Honduras ha sido regida por dictaduras civiles y militares, y por ciudadanos elegidos en procesos supuestamente amañados, que han continuado con esa actitud simulada de la política tradicional, de que llegar al poder es para enriquecerse por medio de la corrupción, dilapidando el erario nacional, sin fomentar los servicios de salud, modernizar la educación, impulsar el desarrollo económico y social, sosteniendo un ambiente de justicia, de bienestar, trabajo y paz, que son algunas de las principales aspiraciones del pueblo.

Debido a que pertenecemos al grupo llamado del tercer mundo o sea países pobres y por lo tanto dependientes, no podemos desligarnos de la hegemonía de las potencias mundiales, y es por eso que hemos sufrido las consecuencias de ser impelidos a participar en los conflictos políticos como el de la Guerra Fría, que nos dejó tristes recuerdos de muerte y destrucción, y por eso los gobiernos de los países subdesarrollados no deben identificarse con los sistemas llamados de izquierda o de derecha, porque su responsabilidad no es competir con ideologías. Deben mantener relaciones diplomáticas sin actitudes que los expongan en los conflictos. Su compromiso debe ser con las aspiraciones del pueblo, en un quehacer fundamental que los defina con los anhelos de las mayorías, en un ambiente de auténtica justicia social, porque los buenos gobiernos son aquellos que son demócratas; con conocimiento de los negocios del Estado. Son al mismo tiempo liberales; partidarios de las reformas; nacionalistas; para promover el bienestar social, revolucionarios; para hacer los cambios en beneficio popular y progresistas en el quehacer político, impulsando el desarrollo económico y social.

De acuerdo con las opiniones de gobierno, de organizaciones y personalidades internacionales, el pueblo hondureño con la disposición de realizar un proceso electoral ejemplar, le ha dado una lección al mundo, porque sin consecuencias que lamentar, ha hecho un cambio histórico, y más bien ha dejado un ambiente de conciliación en todos los sectores de la sociedad, para comenzar a promover ese esfuerzo que la patria necesita para superar todas esas situaciones que nos han dejado a la zaga de otras naciones de Centroamérica. Los sectores que con voluntad firme tomaron esa decisión, demostraron que son inteligentes en sus actos más trascendentales, y han señalado que este momento en que conmemoramos el Bicentenario de nuestra independencia nacional, es el tiempo en que debemos tomar el ejemplo de la lucha de nuestros próceres y de los héroes, que expusieron su vida por lograr sus ideales. Que todos debemos unirnos para impulsar el patriótico propósito de engrandecer a la nación que es nuestra cuna, porque la actitud de los votantes que acudieron a las urnas especialmente los jóvenes, no es solamente un apoyo para la ciudadana que desempeñará el cargo de la Presidencia de la República. Esta determinación exhorta a todas las instituciones políticas y sociales, a todos los sectores económicos, a las universidades y a cada ciudadano que tiene un fiel compromiso con la patria.

La Presidenta Iris Xiomara Castro Sarmiento en su primera aparición televisiva, al declararse ganadora del proceso electoral, prometió que en su mandato se revertiría el autoritarismo, que hará un gobierno de reconciliación nacional, para garantizar una democracia participativa, con diálogo con todos los sectores políticos, económicos y las organizaciones sociales, para gobernar y garantizar una patria justa, equitativa e independiente, y por supuesto iniciar ese esfuerzo solidario con todo el pueblo, para realizar ese ansiado desarrollo económico. Por otra parte, la disposición de los candidatos de los partidos Nacional y Liberal, y el presidente saliente, al reconocer públicamente el triunfo de la candidata del Partido Libre, y ofrecerle su apoyo en el gobierno, es una prudente actitud que fortalece el propósito de crear un nuevo sistema de gobierno, que esté verdaderamente identificado con los ideales de la democracia. La nueva Presidenta de la República tiene pues, la gran responsabilidad no solo de regir, sino también de saber encauzar con buena voluntad las propuestas de apoyo internacional, y los esfuerzos de todos los sectores que con firme empeño deben impulsar un proyecto nacional, para crear la nueva Honduras.

Comentarios al teléfono 22303099

Más de Columnistas
Lo Más Visto