Museo del Hombre

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23 de febrero de 2022
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12:27 am
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Museo del Hombre

Carlos López Contreras

Agradezco profundamente que alguna persona haya tenido la osadía de pensar que era posible atribuirme el mérito y el monopolio de una institución que, en el campo de la cultura, muchas veces olvidada por los gobiernos, ha brindado una muy valiosa contribución a los artistas, a los niños y a los padres de familia ilusionados con las clases que la fundación impartía en los campos de la música, con diversos instrumentos, del dibujo y la pintura en los espacios de la Casa Ramón Rosa de Tegucigalpa.

La fundación también brindaba con patrocinio privado conciertos con su orquesta de cámara, en coordinación con la Orquesta Sinfónica de Honduras y su director don Jorge Mejía, en Tegucigalpa y en diversas cabeceras departamentales. También ofrecía cursos de profesionalización acelerada en fotografía, serigrafía, organización de eventos sociales y otros servicios que los jóvenes pueden prestar en sus comunidades. Esos talleres los impartía en los barrios populares de la capital, en escuelas o parroquias, bajo una rigorosa planificación, coordinación y rendición de cuentas.

Por otra parte, la fundación logró encargar y obtener una hermosa colección de hitos históricos de Honduras, en función de un taller impartido por profesionales de la historia, y luego los pintores escogidos, debidamente informados, elaboraron sus obras asignadas. Entre los pintores seleccionados figuran personajes luminosos que ya han fallecido, entre otros Mario Castillo, Miguel Ángel Ruiz Matute, Benigno Gómez, Moisés Becerra, Gelasio Giménez, Carlos Zúñiga Figueroa y otros que continúan enriqueciendo el acervo cultural de Honduras como Manuel Rodríguez, Maury Flores, etc.

Muchas de las obras de estos geniales hondureños de talla internacional se han exhibido y continúan exhibiéndose, actualmente, por convenio, en la Casa Presidencial y en la Cancillería de la República. Recientemente se ofreció una exposición en alianza con el Museo de la Identidad Nacional (MIN) con parte de la colección de la fundación.

El Museo del Hombre tiene una imagen muy respetable, nacional e internacionalmente, no solo por la actividades realizadas, sino que también por la talla de las personalidades que la han dirigido, entre ellas, don Jorge Fidel Durón, el doctor Enrique Aguilar Paz y don Nahúm Valladares y Valladares, ingeniero Jorge Carranza y, entre los miembros de sus directivas han figurado y figuran historiadores, sociólogos, antropólogos, abogados, arquitectos, ingenieros, empresarios, en fin, una admirable pléyade de jóvenes y personas mayores entusiastas que se han sentido vinculadas con diversas manifestaciones de la cultura. Actividad que, hasta ahora, se ha considerado bienhechora en Honduras y en otros países. Pero todo puede cambiar.

En septiembre del 2017 la fundación logró la plena restauración de la Casa Ramón Rosa, se inauguró modestamente y se lograron presentar algunas actividades, antes de que fuera víctima de los pirómanos a finales de ese año. En esa casa, la fundación había establecido una biblioteca especializada en arte, con unos cinco mil volúmenes bajo el nombre de Reina Sofía, posiblemente la única de este género en Centroamérica, provista de computadoras donde los jóvenes solían ir a explorar los museos del mundo. Todo eso se perdió con el siniestro de diciembre del 2017, coincidiendo con las acciones incendiarias que redujeron a cenizas centros comerciales, alcaldías y otros lugares públicos. Hay informes del cuerpo de bomberos y de COPECO sobre el siniestro de la Casa Ramón Rosa que deberían ser leídos por personas que deseen opinar sobre ese fatídico hecho.
El pueblo que se interesa por la cultura, los centenares de niños que perdieron sus talleres de dibujo, pintura y música en la Casa Ramón Rosa, los jóvenes en los barrios populares que recibían una profesionalización acelerada, hoy lloran la ausencia del brazo activo de la fundación.

La fundación ha contribuido al financiamiento de viajes de entrenamiento de artistas y promotores de la cultura en México y otros países que han ofrecido cooperación. También ha copatrocinado las presentaciones de óperas en Tegucigalpa y San Pedro Sula, con la participación de distinguidos artistas nacionales y también de México y Centroamérica. En nuestra subregión, solo Honduras ha hecho exitosamente presentaciones de ópera.

He dejado como última manifestación de la actividad cultural de la fundación, lo que llegamos a identificar como nuestro proyecto estrella: el taller de restauración José Miguel Gómez. A lo largo de su existencia, la fundación ha copatrocinado la restauración de la pintura religiosa de los siglos XVII y XVIII, propiedad de las diversas iglesias del país, en número que supera las 250 obras, habilitándolas para sobrevivir otros doscientos años si no recibieran mantenimiento y conservación. Una labor de rescate del patrimonio artístico y religioso de la historia de Honduras. Taller maravilloso por la técnica, dedicación y pasión empeñada por los maestros restauradores en cada obra.

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