Cuatro unidades grandes del transporte urbano capitalino quedaron reducidas a cenizas en una acción que pobladores le atribuyen a miembros de pandillas dedicados al cobro de extorsión en la colonia San Miguel, en el extremo oriente de Tegucigalpa.
Elementos del Cuerpo de Bomberos se trasladaron de inmediato a bordo de la unidad HRB-00219 al mando de subteniente Edwin Raudales. La quema de estos buses se registró alrededor de las 5:30 de la tarde en el parqueo “Bessy Lorena”, colindante con el anillo periférico confirmaron los apagafuegos.
Con lágrimas en sus ojos, uno de los hijos del propietario de los buses, lamentó que en segundos quedó reducido a cenizas el patrimonio levantado en 30 años, que en la actualidad tenían un costo de dos millones de lempiras, 500 mil lempiras por autobús.
Se trata de unidades conocidos como los “buses amarillos” de las rutas Tiloarque-La Sosa, Carrizal-La Sosa y Kennedy Cerro Grande que iban a operar a partir del próximo martes 1 marzo después que permanecieron paralizadas por causas de la pandemia.
“Acabo de pasar hace cinco minutos y todo estaba bien, pero cuando menos acordé me llamaron para avisarme que se quemaron todos los buses”, relató el hijo del propietario a quien se le omite su nombre por seguridad.
“Estuvieron laborando antes de la pandemia, las cosas no nos han resultado bien en este negocio de años, debido a que han estado paralizadas”, reveló.
“Nos acontece esto cuando estábamos contentos y esperanzados de retomar labores este 1 de marzo, precisamente habíamos invertido para operar de nuevo”, agregó. Consultado si esta acción fue cometida por extorsionadores, el transportista señaló que “no quiero juzgar, solo Dios sabrá”.
Un equipo especial se desplazó para investigar este suceso y confirmar o desvirtuar si hubo mano criminal. “Son materiales súper combustibles, no había nadie en el lugar, la unidad de investigación tratará de confirmar las verdaderas causas de este incendio. Se hizo la protección de otras tres unidades más” señaló el subteniente Edwin Raudales.
