Repercusión en Honduras de la guerra en Ucrania
Por: Mario E. Fumero
Los acontecimientos bélicos que se desarrollan en la región de Ucrania por la invasión rusa a su territorio no nos afectarán en América Latina de forma directa, ya que es un problema que atañe a las grandes potencias mundiales, pero, sin embargo, sufriremos indirectamente los efectos de dicha guerra en varios factores dentro de la economía nacional, por lo cual debemos de estar preparados, pues parece que entramos a un panorama apocalíptico.
Lo primero que no podemos ignorar es la repercusión en los altos costos del petróleo, y la posibilidad de un colapso en el suministro del mismo, que pondría a los países débiles en una situación insostenible, ya que se paraliza la industria, el transporte y posiblemente las fuentes que suministran energía térmica. El otro aspecto es que indudablemente la guerra producirá un terrible aumento del costo de la vida y la escasez de muchos productos, principalmente aquellos de exportación.
¿Qué se vislumbra en el panorama? Tristemente veremos un aumento del hambre y la pobreza, la cual alcanzará cifras alarmantes, generando delincuencia y violencia social, pues en la desesperación por comer la convulsión de los hambrientos se ha de esperar.
Nuestra economía es ya muy deficiente desde los gobiernos anteriores, los cuales han llevado al país a un endeudamiento que lo tiene al borde de la quiebra. Estos acontecimientos indudablemente agravarán más la crisis ya existente, por lo que entraremos en una terrible recesión de la cual ya estamos quizás dentro.
Esto nos lleva a vivir tiempos difíciles en donde solo podremos sobrevivir si nos apoyamos en los recursos propios, como es la producción agrícola y animal. No podremos darnos el lujo de comprar muchas cosas en el exterior, y posiblemente el dólar, patrón de referencia en el mercado internacional se pueda devaluar y derrumbar, lo que crearía una crisis a nivel mundial impredecible.
Cómo escribir un artículo anterior, si Rusia consolida su conquista de Ucrania, automáticamente le abre la puerta al régimen chino para invadir Taiwán, ya que los alegatos de Rusia para justificar su invasión es su derecho histórico sobre Ucrania, y lo mismos afirman los chinos respecto a sus derechos sobre Taiwán que era parte del territorio chino, y por lo tanto, es posible que esto produzca un efecto dominó que lleve a China invadir Taiwán, máxime frente a un presidente americano demasiado vacilante. Esto podría originar una guerra mundial.
Todo indica el panorama actual, estamos entrando a vivir tiempos apocalípticos descritos que las Sagradas Escrituras, donde se habla de “rumores de guerra, calamidades naturales y epidemias catastrófica” lo cual podemos leer en Mateo capítulo 24:6-7.
¿Qué podemos hacer frente a esta terrible realidad? Estar apercibidos como dice la Palabra de Dios, y tomar todas las medidas necesarias para enfrentar la crisis que indudablemente ya está al doblar de la esquina. Para ello debemos fortalecer los recursos productivos propios, como es la agricultura, cría de ave, cerdos y ganado y comenzará a tener una reserva estratégica de alimentos y fuentes alternativas de energía, así como de combustible, ya que el único peligro que confrontan los países del tercer mundo frente al panorama bélico mundial es la escasez, la hambruna y la parálisis de muchas empresas por la falta de energía y materia prima. No podemos ignorar también que pueden haber ataques cibernéticos en las comunicaciones, las cuales podrían quedar afectadas, y pudiera darse el insólito caso de quedarnos aislados e incomunicados de lo que pase en el resto del mundo.
Tome nota, y recuerde aquel dicho que dice que “guerra avisada no mata soldado” y preparémonos para lo peor, aunque ocurra lo mejor.
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