Urge un plan de estabilización por alzas a combustibles, energía, sumado al ajuste al salario mínimo, que está en proceso de negociación con vigencia a partir del 1 de enero del 2022, alertó la Asociación para la Defensa de la Canasta Básica de Honduras.
La tendencia alcista de los combustibles en el país podría llevar a la ciudadanía hondureña a ser perdonada por un lado “pero castigada” por otro, previó el presidente de esa organización, Adalid Irías.
El titular de Adecabah ve con preocupación que en marzo la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica (CREE) se estaría sentando nuevamente para revisar las variables que definen la tarifa para el próximo trimestre, del 1 de abril al 30 de junio.
Adicionalmente, los ajustes y la cobertura de subsidio para los que consumen menos de 150 kilovatios al mes podría ser cargado a otros sectores de la economía. “Podría ocurrir que los empresarios o industriales, las áreas productivas, les trasladen a otros sectores los 2,800 millones de lempiras que van a significar la energía gratis”, amplió.
“Eso sería albarda sobre aparejo, es decir, del mismo cuero saldrían las correas. Lo que nos van a perdonar, por un lado, lo van a cargar, por otro”, apuntó Irías para luego referir que la “situación económica para el país se nos viene difícil, por tanto, se debe buscar alguna alternativa para atenuar los impactos”.
La negociación del salario mínimo es otro factor que genera un nivel de especulación sobre el territorio.
En ese contexto, de deben tomar medidas que contribuyan al fortalecimiento del poder de compra de los hondureños y apoyo a pequeños y medianos productores que se han quejado por dificultades de mantener el nivel productivo.
“Urge comenzar con un plan de estabilización en el tema de canasta básica, la situación es difícil y se deben tomar acciones importantes a fin de ver cómo se contiene la vorágine alcista”, insistió.
