El presidente vitalicio del Motagua, Pedro Atala, manifestó que ya no había un buen ambiente y los números no estaban saliendo con el entrenador Diego Vázquez y por eso la determinación de la dirigencia en separarlo de su cargo tras más de ocho años.
Atala, habló en HRN al medio tiempo del juego entre Motagua y Platense y en sus declaraciones agradeció al argentino por su trabajo al frente del club azul.
“Fue una decisión a nivel de la junta directiva, nosotros solo tenemos palabras de agradecimiento para él. Esta ha sido su casa desde que era jugador. No hay nada más que agradecimiento, a veces hay memorias cortas, pero sentimos que llegamos al tope con la situación”, dijo Atala.
“Los aficionados eran quienes pedían más la salida de él, pero no fue por eso que se tomó la decisión, sino porque los números ya no estaban saliendo. Ese 5-0 en Seattle fue la gota que derramó el vaso. No le decimos adiós, sino un hasta pronto”, agregó.
El dirigente aseguró que el ambiente ya no era el idóneo con el entrenador, aunque no escondió que la culpa no era solo del argentino.
“Ya no había buen ambiente y cuando es así es mejor prevenir, no se puede sacrificar al equipo. Era lo que más convenía porque ya había mucha presión. Diego no tenía toda la culpa de todo lo que pasó, pero la gente piensa que lo más fácil es botar al entrenador. Motagua tiene 93 años, aquí vienen y se van entrenadores. El club es primero”.
Sobre el futuro técnico del equipo, dijo que la dirigencia se reunirá este lunes para definir quién reemplazará a Vázquez y adelantó que pedirán a Ninrod Medina, Javier Núñez y Hugo Caballero, asistentes de Vázquez que sigan de forma interina. HN
