“Una delgada línea roja”

MA
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16 de marzo de 2022
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12:22 am
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“Una delgada línea roja”

Cnel. (R) FAH
Francisco Zepeda Andino.

“Cuando un grupo de soldados resiste ante una fuerza mucho más grande, no importando el color de su uniforme, ellos pueden ser llamados La delgada línea roja”. Por una coincidencia histórica sorprendente, con lo que ocurre en la actualidad, esa sentencia tiene origen en la guerra de Crimea, (península de Ucrania ocupada por Rusia Marzo 2014) donde un contingente de 400 ingleses se defendieron y rechazaron el ataque de 4,500 miembros de la caballería rusa como parte en la Batalla de Balaclava, cercana al Puerto de Sebastopol, el 25, octubre, 1854.

Su comandante, Colin Campbell, expresó a sus hombres, “Aquí no hay retirada. Deben morir donde están” y un subalterno contestó: “Sí señor, si es necesario, eso haremos”. Todo lo anterior fue reportado por el corresponsal de guerra William H. Russell, del periódico “The Times”, Londres, quien en su descripción del campo de batalla aseguró que solo podía ver entre el humo de los cañones “una delgada línea roja”, refiriéndose a las casacas rojas de los soldados ingleses.

Desde entonces, esa figura del lenguaje se ha utilizado para describir las acciones de valientes soldados quienes en desventaja numérica, hacen frente con determinación y sacrificio a un enemigo.

Es bien conocida la guerra no declarada de la Federación Rusa contra Ucrania en estos momentos. Con una superioridad abrumadora en el número de tropas, equipo blindado, artillería, aviación de combate, sistemas de misiles y demás, no han logrado doblegar la resistencia ucraniana, reforzada por civiles de amplios sectores. A diferencia con otros conflictos bélicos, este ha tenido extensa cobertura en forma de videos. La proliferación telefónica móvil con capacidad de grabación, nos están dando imágenes reales casi al instante mundialmente.
En una subestimación del espíritu nacionalista y amor por su patria en Ucrania, los llamados “expertos” afirmaban que Kiev, la capital, iba caer a las 48 ó 72 horas del ataque ruso. No ha sucedido así a pesar del indiscriminado bombardeo y el masivo empleo concentrado de tanques y vehículos blindados.

Ucrania ha solicitado constantemente apoyo para resistir debido a la ostensible desventaja que se encuentra. Pidió una zona de exclusión aérea y con argumentos débiles los miembros de OTAN (NATO), rechazaron el llamado. Posteriormente, Polonia ofreció entregar a Ucrania su equipo de aviones Mig-29 vía una base aérea norteamericana en Alemania, lo cual fue calificado por la administración Biden como “untenable”, que podríamos traducir en inaceptable, no práctica, inadmisible, bajo el argumento de una posible escala bélica al tomarlo Rusia como participación directa de los Estados Unidos de América y OTAN.

Hay otra figura de lenguaje expresada como “línea en la arena” y es cuando un participante o interesado en un conflicto asegura una fuerte reacción a un hecho o acción ejecutado por uno de los involucrados. El presidente Obama en 2012 trazó una relacionada a que si el presidente de Siria Al-Assad usaba armas químicas habría consecuencias graves. Assad utilizó esas armas contra su propia población y nada sucedió. Todavía no ha ocurrido pero ¿habrá una igual condición o advertencia contra Rusia si usa guerra química en Ucrania?, ¿existe la voluntad y decisión política en EUA o sus aliados para no dejar pasar semejante crimen de lesa humanidad?
En octubre, 1962, el presidente John F. Kennedy, ante la presencia irrefutable de misiles nucleares soviéticos en Cuba, capaces de alcanzar las principales ciudades norteamericanas en pocos minutos, consideró que se había cruzado la “línea en la arena” y sin titubeo alguno llevó al mundo al borde de un conflicto nuclear, al ordenar un bloqueo total a la isla y exigir el retorno del armamento a la Unión Soviética. El “apaciguamiento” de Herr Hitler en 1938-39, hizo colapsar varias “líneas en la arena” y todos sabemos a qué condujo eso. La geofagia geopolítica no siempre es entendida en su inicio.

Kiev podrá caer ante la embestida de acero y fuego ruso y los vecinos solo pueden esperar que el apetito o cálculos estratégicos del camarada Putin hayan sido satisfechos. Sino, Georgia, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Moldavia y Bulgaria piensen quién trazará la “línea en la arena” y cuán dispuesto estará a honrarla.
La “delgada línea roja” de las Fuerzas Armadas ucranianas y pueblo en general, no colapsa todavía pero puede estar cerca su heroico sacrificio.

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