Armas secretas de la antigüedad y del presente
Por: Otto Martín Wolf
A lo largo de la historia muchas naciones y ejércitos han poseído lo que -según ellos- era un arma secreta, por lo tanto desconocida para sus enemigos y capaz de decidir el curso de una batalla o una guerra.
Se los voy a adelantar de una buena vez: solo ha existido un arma verdaderamente secreta, cuyo funcionamiento se desconoce, aunque hay varias teorías y sospechas sobre la forma en que se fabricaba y ponía en operación.
Como en toda buena novela de aventuras, voy a dejar eso para el final, suponiendo que el lector no sepa de cuál se trataba.
Los impacientes pueden ir al final y leerlo de un solo, están en su derecho, pero se perderán de conocer algunas cosas interesantes.
La primera arma secreta de que se tiene conocimiento fue la lanza. Desde luego que alguien tiene que haberla inventado primero pero, como es obvio, fue fácilmente copiada por la parte contraria. Lo mismo sucedió con el arco y la flecha, así como con las catapultas, el ariete y otros instrumentos bélicos del pasado.
Debo interrumpir este artículo para comentar lo que posiblemente es sabido por algunos lectores: Soy absolutamente pacifista, antimilitarista, antiguerras y antiviolencia, pero eso no quita que -en el largo camino de la vida- me haya interesado por conocer las diferentes formas y herramientas que el hombre ha inventado para matar otros hombres. Dicho lo anterior, volvamos a las armas secretas.
Los chinos están entre los principales inventores de la humanidad. El papel moneda, las pastas (espaguetis, caracolitos, etc.) y también la pólvora.
Utilizada al principio como un artilugio de diversión, muy pronto le encontraron su uso bélico, aunque el desarrollo en este campo fue mayor en Europa, allá por 1241, siendo “perfeccionado” muchas veces a lo largo de los tiempos. Al decir “perfeccionado me refiero a que su poder destructivo es “mejorado” constantemente.
Pero, se pueden imaginar la sorpresa cuando hizo la aparición el primer rifle, un burdo mosquete con poco alcance y de muy mala precisión. Pero, de todas maneras, quienes recibieron los primeros proyectiles, que eran precedidos por una explosión, debieron haber causado pánico en el otro ejército.
Esa “arma secreta” dejó de serlo rápidamente, muy pronto todos los ejércitos contaban con dispositivos similares, que fueron mejorados cada vez más.
Pero todos sabemos cómo funcionan las armas de fuego, desde el principio hasta la actualidad.
Durante la Segunda Guerra los alemanes desarrollaron un arma secreta que, si bien no disparaba proyectiles, servía para codificar los mensajes y mantenerlos ocultos al enemigo. Se trató de la máquina Enigma, cuyo funcionamiento fue descifrado por los ingleses. Para evitar que los alemanes supieran que se les había terminado la confidencialidad, los ingleses inteligentemente no utilizaban toda la información que captaban. Enigma dejó de ser un arma secreta rápidamente.
También durante esa guerra se perfeccionó el radar, ingenio que permite ubicar al enemigo con suficiente anticipación y de esa manera prevenir y combatir sus movimientos.
Pero pronto todos los bandos en conflicto disponían de sistemas parecidos, tampoco aquí el secreto del arma secreta duró mucho tiempo.
Las bombas voladoras, las precursoras de los proyectiles balísticos modernos, si bien fueron desarrolladas y utilizadas por los alemanes, no eran desconocidas para los aliados.
La temible bomba atómica, estrenada sobre población civil en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, causando más de 200 mil muertos, fue creada por los norteamericanos. Los alemanes ya estaban bien avanzados en algo parecido cuando la guerra llegó a su fin.
Muy pronto el dominio de los USA sobre esta terrible arma de guerra desapareció. La Unión Soviética rápidamente tuvo las suyas y, poco a poco, muchas más naciones cuentan con ese instrumento de terror y muerte.
Satélites de reconocimiento militar, drones de observación y combate, no son armas exclusivas de nadie; todas las naciones interesadas en destruir enemigos cuentan con diferentes modelos, algunos muy especializados. No hay aquí tampoco un arma secreta.
El espionaje y el desarrollo global de la tecnología hace que cada vez que sale algo nuevo, muy pronto sea copiado y muchas veces mejorado por la parte contraria.
Resumiendo terriblemente: No ha existido nunca una verdadera arma secreta, algo que hasta la fecha haya guardado su misterio, excepto…
La única arma secreta en la historia de la humanidad: El llamado fuego griego. Consistía en un líquido en llamas que era lanzado sobre los enemigos, tanto en tierra como en el mar y que no podía ser apagado con agua. Esta arma salvó el Imperio bizantino y detuvo al Islam en su avance hacia occidente. Sus componentes permanecen en el misterio aunque muchos científicos tienen diferentes teorías, las que quizá toque en un futuro.
El fuego griego, la única arma cuyo secreto permanece hasta el presente.
Valió la pena esperar hasta el final, cierto?
