Por: Carlos G. Cálix*
@carlosgcalix
La semana anterior le escribí a Pedro Barquero comunicándole que estaba por publicar un nuevo libro sobre la Presidenta. Se conectó vía Zoom cuatro minutos antes del tiempo establecido y arrancamos la conversación a la hora acordada. Acto seguido, comencé preguntándole sobre los indicadores que la Presidenta había mencionado en su primer discurso.
Quería saber de primera mano de dónde habían obtenido los datos “reales”. Pedro me dijo que el 74% de pobreza mencionado, provenía de la Encuesta de Hogares que el INE efectúa anualmente y que el dato sobre la deuda, procedía de la Secretaría de Finanzas.
¡Por supuesto! Le dije.
También le mencioné que eran los mismos datos utilizados por el gobierno anterior y que la Presidenta había dicho que nos iba a proporcionar “datos reales” no “maquillados”. La conversación se fue tornando amena en la medida que iba respondiendo. Me explicó una a una, todas las medidas que el gobierno estaba implementando.
Luego de escuchar su exposición sobre los indicadores macroeconómicos, le dije que a mí me parecía que el subsidio de la luz, era un impuesto encubierto para la clase media y para el sector empresarial. Pude ver que casi asintió con la cabeza, pero estuvo presto a responder que no iba a existir un impacto en la clase media, en ese sentido le dije que el hecho de haber absorbido el 50% del precio por la subida de la gasolina super, era un riesgo para el gobierno, esta vez sí asintió y me dijo que semana a semana, llegaban muchas peticiones de varios sectores, pero que no se podía complacer a todos.
Antes de finalizar le dije que muchos votantes habían visto con buenos ojos su incorporación a la campaña de Nasralla pero que luego se llenaron de dudas al verlos moverse hacia la Alianza, en ese momento le pregunté si consideraba que había valido la pena, me dijo que sí, que tenían que sacar a la narcodictadura. Aproveché para preguntarle si ahora que están en un gobierno que dice ser de izquierda, ellos se habían movido en esa dirección, la respuesta fue contundente, me dijo que él era de centro y que por el resto no podría responder.
En la conversación abordamos diversos temas, así que, con la apertura, le pregunté cuál era el modelo económico que implementarían. Respondió que estaban trabajando por la socialdemocracia y citó a Francia y a varios países nórdicos, para cerrar su ejemplo con Canadá. Le dije que esos eran países capitalistas, entonces Pedro dijo que el capitalismo de esos países, no era como el capitalismo que conocemos nosotros en occidente. Luego de la respuesta estuve a punto de iniciar un debate al comentarle que el mito de los países nórdicos es uno de los argumentos que muchos políticos utilizan, sin conocer el Índice de Libertad Económica desarrollado por la Fundación Heritage.
Así que, para no entrar en debate, terminamos hablando sobre la inflación. Por tanto, mi última pregunta fue: Pedro ¿cuál es la inflación real, la verdadera, no la que el Banco Central reporta? Estaba por responderme de memoria, cuando me dijo que la única que manejan es la oficial, cercana al 6% e intentó argumentar un poco más al mencionar que sabía que debido a la situación actual, los precios estaban subiendo.
Finalizamos nuestra conversación hablando de diversos temas sobre desarrollo económico.
Mi conclusión:
La conversación con Pedro Barquero, me pareció muy amena y me dio la impresión que tiene muy buenas intenciones.
Por otra parte, la frase que da título a este ensayo tiene que ver con el lingüista Luis Montoto y Rautenstrauch, en su célebre Un paquete de cartas, donde narra el origen del dicho: “decirle a uno las tres verdades del barquero”. Y una de ellas es: Quien da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro.
Esta verdad folclórica me permite recoger la opinión de muchas personas que creen que, en el gobierno de Xiomara Castro, hay gente no solo con buenas intenciones, sino con altas capacidades que están siendo usados para generar confianza, sin embargo, transcurrido un tiempo renunciarán. Por otra parte, los independientes, indecisos e inclusive, la gente de otros partidos políticos que continúen en el gobierno y que están dando pan al perro ajeno, recuerden que es muy probable que en un gobierno de izquierda puedan perder el pan, el perro y un poco más.
*Carlos G. Cálix es Doctor en Ciencias Administrativas, profesor del Doctorado en Dirección Empresarial en la UNAH y cofundador de Grupo LIX, Pericia Consultores y FESEL. Tiene un postdoctorado por el CONICET en el IIESS-Argentina. Autor de El fin de la democracia y el último liberal, El modelo de desarrollo que La Ceiba necesita y próximamente El Gran Problema con la Presidenta.
