PERFILES
Por: Carolina Alduvín
Nuestra Constitución menciona que el gobierno se ejerce por tres poderes complementarios e independientes, sin relaciones de subordinación entre sí. ¿Qué ocurre en la práctica? El Legislativo opera -a decir de los expertos- de forma ilegal, dada la componenda de carácter político que dio la presidencia a quien se había sido prometido mediante la alianza partidaria que aseguró un gane holgado e incuestionable a la señora de los votos prestados, y no a quien contaba con la mayoría de los votos de los legisladores. Personalmente, prefiero que la posición la ocupe un político ponderado en lugar de un radical ambicioso, capaz de aliarse con la banda 44 para alcanzar sus objetivos; sin embargo, es preocupante que, por su carácter ilegal, también lo sean cuantas resoluciones emanen de dicho poder.
El ministro de Transparencia, reconoce con optimismo, una efectiva labor del CN al remover los obstáculos para los mecanismos anticorrupción que el país se prepara a instalar con ayuda de la ONU, mencionando la derogación de la ley de secretos y de la que impide obtener sin intermediarios información del TSC, entre otras acciones encaminadas a mejorar nuestro sistema de justicia; en resumen, que la agenda legislativa del gobierno se está cumpliendo. Uno de los pocos puntos positivos, deja igual entrever espíritu vengativo y doble rasero, como lo menciona un líder de la bancada azul. El peor ejemplo, aunque no único, las cartas de libertad para el petiso autor del “carretillazo” en 2009, no faltarán defensores ultra bien pagados que aleguen ilegalidad en la base de los logros para facilitar las investigaciones y la deducción de responsabilidades a los corruptos del anterior gobierno que se les logre comprobar lo imputado.
El Ejecutivo, totalmente usurpado por el coordinador de las liebres, hecho totalmente previsto a partir de las declaraciones públicas de los esposos desde pretéritas campañas y jamás desmentido, del comportamiento sumiso de la nominal presidente desde sus años mozos, de su supuesta y manifiesta incapacidad para ejercer el poder conferido vía rechazo al extraditable, hecho que no debería extrañar a nadie, que las resoluciones y decretos firmados por quien no corresponde, son igualmente cuestionables e ilegales, corresponde calificarlo a los expertos y dictaminarlo a los jueces heredados de la anterior administración. Todo parece indicar que imperará la discrecionalidad y no la ley. Hablando de extradición, las acusaciones se relacionan estrictamente y de parte de un gobierno extranjero a cargos relacionados al narcotráfico y no por el delito de traición a la patria, como reza nuestra Carta Magna en su Artículo 4.
Lo que retrata de cuerpo entero al Judicial, ejercido por pusilánimes que, vía temor u $ otros mecanismos de persuasión, “interpretaron” lo que había que interpretar y, como recomiendan los psicólogos, no juzgan, aunque ese sea precisamente su cometido y por lo que se les paga por encima de la mesa. Ese poder, es el que precisamente se encuentra en la incómoda posición de complacer al imperio o a quien ahí los puso o permitió quedarse en su momento, hay que quedar bien con el principal socio comercial y no solo contrariar, sino fundir al hombre. Habiendo dado un veredicto, supuestamente provisional, celebrado con carnavalitos en las barriadas donde además de la miseria material, cunde con mayor fuerza la moral.
No dictado en forma explícita por nuestro fundamento nacional, el poder partidario, ejercido de la manera más sectaria es el que realmente quita, pone o inclina la balanza. Es así como el mandamás de un partido es quien gobierna la tropical república, para desilusión de las que creyeron que una mujer por primera vez iba a mandar en un país, cuando ni en su casa lo ha hecho. Tampoco tendremos alternativa con un designado que, en lugar de hacer valer su derecho en ausencia de la titular del Ejecutivo, se abstiene de ejercer su cuota de poder por conservar una virginidad de tipo administrativo, en la ridícula expectativa de poder ser postulado en un próximo ejercicio electoral. Eso no va a pasar, con costos, apenas se evitará que los dictados del Foro Sao Paulo se concreten, entre otras promesas de campaña y con los patrocinadores.
A las mujeres, queda entonces seguir con sus agendas contra violencia familiar y otras, esperando que la doblemente postergada designada saque la cara por ellas y apoye las iniciativas marginales, pero fundamentales que mejoren sus condiciones de vida y sus familias.
