“EL MISMO CUENTO”

ZV
/
25 de marzo de 2022
/
12:42 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
“EL MISMO CUENTO”

HAY días, dependiendo del tema, que mandamos el enlace digital del editorial a contactos escogidos. Algunos de ellos reclaman cuando de repente no lo enviamos. La mayoría responde con un comentario sucinto al contenido. Hay, pocos por cierto, que lo dan por visto –no hay forma de enterarse si lo leyeron– y mandan un pichingo. Por lo menos, tienen la cortesía del acuse de recibo. Unos cuantos, como quien oye llover. Ha habido veces –si percibimos apatía en la persona receptora (por lo general es gente con alergia a la lectura)–, siguiendo el consejo del Sisimite de “no gastar pólvora en zopilotes”, y hasta allí no más. El espacio de hoy es para opiniones que amigos lectores tuvieron de los dos últimos editoriales: El que se refiere a la desgracia que le espera a las actividades del campo una vez que la producción agropecuaria norteamericana inunde el mercado nacional y la sugerencia del Sisimite de pedir revisión –de condiciones más ventajosas– del TLC:

“Querido Presidente, lo felicito por tan buen editorial y al punto. No tenemos leche, no tenemos naranjas; el agro está fregado y se necesita inversión fuerte. Si no producimos para nuestras propias necesidades estamos jodidos”. Al de ayer sobre la sequía secular, la falta de agua en la capital, y el mismo cuento de todos los años: Escribe una amiga: “Qué lindos esos tiempos y Zoila la lavandera que pasaba con su atado de ropa a lavar al río donde cada una tenía su piedra para lavar en el agua limpia de los ríos”. Otra: “Tiempos dorados los que vivimos y que nunca regresarán”. “Mucha nostalgia pero, sobre todo, sin una gota de agua”. Un amigo de San Pedro Sula: “Gracias por el editorial… me encanta el buen humor entre líneas de verdad. Gracias a Dios en SPS hay agua abundante. Valoramos cuidar nuestra fuente de agua, El Merendón. Que también carga sus penas de desarrolladores habitacionales que quieren arrasar con los árboles. Y del otro lado de la cordillera que no se ve desde SPS, cada año, tristemente, avanza la tala de árboles”. Un asiduo lector amigo de Tegucigalpa: “Me explicaba una maestra que me enseñó las primeras letras en la escuela. Mire –decía– escriba en orden en el cuaderno, sobre la raya y con nitidez, para que cuando vayamos a examen no le cueste estudiar”. “Ciertamente, el orden, en todos los ámbitos de la vida, nos ayuda colateralmente para el correcto y coherente funcionamiento de las actividades o trabajos que realicemos. En el caso de las ciudades, existen los planes de desarrollo urbano, que son documentos operativos que contienen la reglamentación de estas”.

“Si hacemos un análisis integral de la deficiencia en el suministro del agua en la capital, concluiremos que el problema se ha incrementado porque no existe verdaderamente una política urbana. Se han invertido millonarias sumas en infraestructura vial. Son obras visibles, y necesarias, que además sirven para notoriedad de alcaldes y funcionarios. Subyacente se encuentra la precariedad de los sistemas de agua potable y saneamiento. ¿Por qué? Sencillamente porque no se tiene conciencia de una ciudad ordenada y de una dotación de agua amigable a todos los ciudadanos”. “Leí que una señora perdió la vida en la capital cuando inesperadamente cruzó la calle mientras acarreaba una cubeta de agua para sus quehaceres domésticos”. Otro lector comenta: “El costo del agua en Tegucigalpa siempre será altísimo y el abastecimiento escaso. Hay quienes proponen mudar la capital a otro lado. Aquí a la larga el agua se volverá impagable”. Cerramos con esta última contribución: “¿Escribió un editorial o un cuento mágico de nuestra capital? Me hizo recordar el día en que yo llegué a Tegucigalpa y de cómo ha pasado medio siglo de involución urbanística”. El último alcalde realizó una “Reforma Faraónica” y se olvidó de la “Reforma Griega”. Nunca los alcaldes han llegado a los “Acueductos Romanos”. Mientras, el mundo ya se está reinventando para la “Inteligencia Artificial”. Igual destino han tenido la generación de energía, la modernización de la economía (y su estática empresa privada, diría el Sisimite) y, para ser autocrítico, su prehistórico sistema educativo, con sus universidades, con sus discursos puestos en el futuro (y, otra vez el Sisimite recordándonos a los universitarios que: “sus pasos los caminan hacia un siglo que ya no existe”). “Felicidades amigo. Siga con la excelente pluma”.

Más de Editorial
Lo Más Visto