El plan inmediato de la AMDC para contrarrestar la escasez de agua en los hogares capitalinos es reparar cisternas y tuberías, solo que hay un pequeño detalle: no hay agua para distribuir porque las dos represas están casi vacías.
Este es el triste panorama descrito por el actual vicealcalde, Carlentón Corrales, durante una entrevista con periodistas. El funcionario admitió que el gran problema de la capital es que los gobiernos del pasado, tanto municipales, como del Ejecutivo, no se preocuparon por construir represas para atender la demanda de una ciudad que en los últimos 30 años pasó de 900 mil a casi dos millones de habitantes, la mayoría migrantes del interior del país en busca de un futuro mejor.
Tampoco cree que esta administración construya una represa en el poco tiempo por lo que la única esperanza es que llueva pronto para que se vuelvan a llenar las represas Los Laureles y La Concepción, operando hasta el momento con menos del 40 por ciento de su capacidad. Esto, agregó, ha obligado a las autoridades a severos racionamientos del vital líquido de una vez por semana, es decir, cuatro veces al mes, mientras que la venta de agua ambulante se disparó de 35 lempiras el barril hasta 100 en las partes más altas de la capital, donde vive el grueso de la gente pobre.
Por los momentos, la alcaldía prevé reparar unos carros cisternas abandonados con el fin de que sean los repartidores de la poca agua y así los capitalinos no paguen altos costos por el servicio. Además, se propone perforar pozos y rehabilitar la tubería del suministro dañada y por donde se fugan millones de metros cúbicos de agua potable.
En el largo plazo, la alcaldía piensa construir 22 micro-represas en los alrededores de la capital, además, de tres represas grandes que dejó diseñada el gobierno municipal anterior: Río del Hombre, Jacaleapa y San José. El funcionamiento de las mismas podría estar hasta el 2024, aclaró el vicealcalde. (EG)
