Los flujos migratorios por Honduras ameritan una estrategia interinstitucional para reducir el dolor, la violencia sexual y largos caminos de las mujeres y niños, afirmó la residente en Honduras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Alice Alice H. Shackelford.
La funcionaria visitó recientemente el sector fronterizo de Las Manos, al oriente del país, donde constató la crisis que se vive entre los pobladores de la zona por el ingreso masivo de migrantes de lado nicaragüense y el trato que reciben de las autoridades hondureñas.
“¡La migración es una realidad! Honduras es un país de origen y de tránsito. Los flujos de migración mixtos son a diario y necesitan una estrategia interinstitucional con apoyo de la comunidad internacional”, dijo la funcionaria en sus redes sociales tras su visita a la frontera.
“Los migrantes están llenos de esperanza, dolor, violencia y largos caminos con muchas mujeres, hombres y niñas. La violencia sexual es algo alarmante. La solidaridad y el cariño de las comunidades locales de Las Manos y Danlí y otras es algo fabuloso y para celebrar”, agregó.
Extorsión y tráfico
El portavoz del Ministerio de Seguridad, Miguel Madrid, reveló que esta corriente migratoria ilegal está siendo aprovechada por las redes de traficantes de personas en Centroamérica y México cobrando altas sumas de dinero y traficando con órganos de niños. “Los coyotes están en continuo contacto. Cuando se dan cuenta que van niños acompañados de particulares, les toman fotografías y las envían a sus contactos en México donde se produce el tráfico de personas y órganos”, dijo.
Agregó que estos mismos traficantes le cobran a cada uno de las personas indocumentadas en los puntos fronterizos hondureños haciéndoles creer que están confabulados con la policía para dejarlos pasar. “Nos hemos dado cuenta que cuando llegan a un retén policial, estos coyotes se bajan del carro, se acercan a la policía, fingen que platican, regresan al carro, le piden el dinero a los indocumentados y luego regresan a la posta a fingir que se ponen de acuerdo con la policía, pero ellos se quedan con el dinero”, detalló.
En el caso de los migrantes varados en Danlí, la ciudad fronteriza con Nicaragua, al oriente de Honduras, ellos mismos han denunciado que pagan 220 dólares a los agentes de migración y cinco más a los policías para que los dejen seguir su viaje. Las mujeres, en cambio, han denunciado que son violadas por sus mismos compañeros de viaje.
Por su parte, Sally Valladares, experta en el tema migratorio, propuso una reforma para reducir los costos por tránsito para los migrantes documentados ya que en la actualidad resultan muy onerosos y promueven la corrupción entre los oficiales de aduana y la policía.
Considera que el drama que viven los migrantes en tránsito por Honduras se puede reducir con una colaboración conjunta entre las autoridades policiales y migrantes, además, de una comunicación estrecha con los gobiernos de Nicaragua, El Salvador y Guatemala. De ser posible, agrega, se puede declarar una emergencia humanitaria porque solo por Danlí han pasado más de siete mil migrantes, cientos de ellos varados desde hace muchas semanas. (EG)
