Pobladores de la aldea El Guante en el municipio de Cedros, en el extremo norte del departamento de Francisco Morazán, emitieron un nuevo llamado para detener la tala ilegal del bosque que ha secado las fuentes de agua, el hábitat de aves y animales, con enormes daños ambientales para la comunidad y sus alrededores.
En una denuncia pública, el propietario de unas de las áreas a punto de ser afectadas, Francisco Enrique Álvarez Reyes, con identidad 0803-1953-00226, pidió a la Presidenta Xiomara Castro y al secretario de Seguridad, Ramón Sabillón, que por favor impidan el avance de los depredadores del bosque.
“Mi propiedad en el sector de Cuchillo Folofo está debidamente escriturada y pago puntual los impuestos”, señaló Álvarez Reyes residente en Boston, Estados Unidos, para luego referir que el delito contra el medio ambiente persiste pese a que se han interpuesto denuncias.
Sujetos que estarían plenamente identificados de un aserradero del sector de Río Dulce en Talanga, irrumpen en la propiedad privada para marcar en forma selectiva los árboles de pino y especies maderables para cortarlos sin misericordia.
Esta condenable acción que avanza a través de reservas y fuentes de agua comenzó en otros municipios cercanos y ahora se ha extendido a las comunidades de Capiro y El Cuchillo en El Guante, de acuerdo con el reporte de los aldeanos que solicitan apoyo de las autoridades correspondientes y de la Presidenta Xiomara Castro, de lo contrario advierten que se tomarán justicia por su propia mano contra los depredadores del bosque.
Los guanteños afectados no se explican cómo estos madereros han actuado a la vista y paciencia de las autoridades, al punto se transportarse en camiones para movilizar los árboles cortados.
La problemática se suma al desastre que dejó en años anteriores el gorgojo descortezador y a los incendios forestales que cada temporada calurosa se convierten en amenaza constante en estas áreas protegidas.
Honduras, es uno de los países más vulnerables al cambio climático donde la tasa anual de deforestación se estima en unas 23,304 hectáreas, según el Instituto de Conservación Forestal (ICF).
