Revertir opresión política con plan estratégico
Por: Marcio Enrique Sierra Mejía
Con brillante sutiliza política poco a poco van conduciendo a Honduras a un Estado de opresión generalizada. El hecho de que el Partido Libre haya ganado las elecciones y la relación con el poder del gobierno sea real. Le hace posible, a dicho partido, bajo el control de una élite política altamente despótica y anarco socialista, imponer una serie de pautas o normas sin la voluntad mayoritaria de la ciudadanía, irrespetando el Estado de derecho.
Lo poco que se había logrado para establecer un orden democrático utilizando los mecanismos de poder correspondiente y legitimado por unas elecciones, francamente saludables, en vez de contribuir a reducir los niveles de opresión, más bien han aumentado. Se perciben indicios de opresión política con alta frecuencia y los vientos de una política déspota, muy por el contrario, a lo que prometieron cuando estaban en campaña electoral.
Los dirigentes políticos de Libre, están imponiendo el miedo para provocar la opresión, y aplicar tremendas represalias a una ciudadanía en pobreza relativa. Solo por el hecho de haber trabajado en un gobierno de corte político nacionalista. Desconociendo, que muchos de los adeptos al partido libre, fueron favorecidos en dicho gobierno. Intencionalmente, oprimen a los nacionalistas, los sofocan, los presionan y los someten a la vejación, la humillación o a la tiranía de alguien. Vemos rasgos de opresión social porque tratan injustamente a una persona o grupo de personas. Ejemplo de actitudes opresivas son los hechos ocurridos en el Congreso Nacional, humillaron a los diputados de la bancada nacionalista, al usurpar groseramente las oficinas de ellos, rompiendo la puerta y sacándoles los muebles al patio. Igual, ocurre cuando promueven el chantaje con los alcaldes nacionalistas. Al advertirles que, si no se alinean con el partido libre, no les brindarán apoyo presupuestario. También, cuando publican sendos mensajes de que, van a despedir a más de 30,000 personas de bajos recursos de la administración pública. Asimismo, cuando utilizan hordas motorizadas para asaltar instituciones, sin el menor respeto a la ley. Y así en general, al imponer un estado de ilegalidad en el poder legislativo, aprobando leyes claramente ilegales.
A los nacionalistas, los ven como diferentes de otras personas o grupos de personas. Hay persecución y venganza política en contra de ellos. Quizá aún no se perciba la opresión social de manera explícita, pero ahí está, produciéndose progresivamente y adoptando distintas formas de opresión. Desde grupos nacionalistas a los que se les niega trabajar, a alimentarse, hasta reprimirlos políticamente, sin respetar el marco legal ni a la dignidad que merecen como seres humanos que son. En tales condiciones de opresión social, el manejo de la economía nacional tampoco se percibe que es administrada adecuadamente. Los resultados iniciales son poco esperanzadores, por el contrario, los indicadores macroeconómicos agudizan la opresión social. La inflación crece. Las importaciones decrecen. La balanza comercial tiende al desequilibrio y la reproducción social en general, se deteriora vertiginosamente. Y aunado a esto, la seguridad ciudadana se ha empeorado rápidamente, denotándose una mala ejecución de la política de seguridad ciudadana.
Actualmente, el más fuerte adversario político que tiene el gobierno socialista opresor, controlado por una dinastía familiar, es el Partido Nacional con su fuerza militante. Suficiente condición para que los nacionalistas. Se esfuercen para innovarse y salir avante políticamente. Y en eso están. Viene la innovación democrática del Partido Nacional y la caída del gobierno opresor. Quienes crean que el nacionalismo está caído como fuerza política en la llanura, se equivocan. Cada error que comete el actual gobierno por su incapacidad para desarrollar e implementar una visión política incluyente en Honduras. Le da la oportunidad al Partido Nacional, como cuerpo organizado, para ejecutar una estrategia política democrática muy bien pensada. Y aplicar, las acciones tácticas que, conduzcan a su militancia, por un nuevo derrotero político distinto al opresivo.
El Partido Nacional, está enfrentando hechos opresivos porque existe una relación asimétrica, entre el Partido Libre (opresor) y el Partido Nacional (oprimido). Y que se origina en la desigual distribución y/o uso del poder, que le permite beneficios al Partido Libre (opresor) para actuar como opresor ante los intereses o la voluntad del oprimido (nacionalista y fuerzas democráticas). En términos políticos, la opresión que vemos implica una relación con el poder del gobierno. Aprovechan este poder, para realizar acciones ilegales, pautas o normas, sin la voluntad de las fuerzas democráticas que no comulgan con el gobierno. Entre ellos los nacionalistas.
El Partido Nacional, tiene la oportunidad de innovarse, por estar situados en la llanura. De integrar procesos en una cadena de valor político que desarrolle disciplina, una acertada división técnica del trabajo político, una comunicación competitiva focalizada y superar los errores cometidos mediante la aprobación, de manera democrática, de nuevos estatutos y un nuevo ideario. Establecer, un nuevo modelo político.
