La familia del expresidente, Juan Orlando Hernández, manifestó su malestar, tristeza e impotencia ante lo resuelto por el pleno de magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), de ratificar la extradición del exmandatario.
“Este ha sido un golpe fuerte para toda la familia. La decisión de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de confirmar el fallo del Juez Natural con respecto al pedido en extradición de Juan Orlando deja a la justicia huérfana y a una familia destrozada”, expresó la esposa del expresidente Hernández, Ana García tras conocer la noticia de la extradición de su esposo.
Es de destacar que durante la mañana de ayer García junto a sus hijas llegaron a la CSJ donde algunos simpatizantes principalmente mujeres llegaron a apostarse afuera de la casa de la justicia con el fin de peticionar por un “milagro” para que no se llevaran extraditado a JOH.
Ante la llegada de la esposa y las hijas del expresidente, su poca militancia realizó una pequeña jornada de oración a favor de él, se agarraron de las manos, algunas se pusieron de rodillas rogándole a Dios para que frenara la extradición, justo en el momento en que se llevaba a cabo la reunión del pleno de magistrados.
García de Hernández siguió que “el fallo de la justicia hondureña no es una condena… lo que los magistrados fallaron no es una sentencia condenatoria… es la aprobación de un procedimiento administrativo para que Juan Orlando pueda ser juzgado en un tribunal extranjero, pero no ha determinado que es culpable de los delitos que se le imputan”.
Al mismo tiempo “seguimos manteniendo la inocencia de Juan Orlando… estamos listos y confiados de poder demostrar ante la justicia norteamericana que estas acusaciones son una trama de venganza de narcotraficantes hondureños a quienes el gobierno de Juan Orlando desbarató su imperio de crimen y violencia, los apresó o los obligó a salir huyendo del país para negociar su entrega en Estados Unidos, porque sabían que en Honduras ya no tenía la libertad de actuar como lo hacían antes”.
Reafirma que “esos narcotraficantes que no pudieron amedrentar a Juan Orlando y su afán por combatir de frente al crimen organizado para recuperar la paz y la tranquilidad del pueblo hondureño, ahora tienen una oportunidad de golpearlo por otras vías, pero confiamos en la justicia y sobre todo en Dios, que el hará brillar la verdad sobre la mentira, y que nuestro esposo, padre, hermano y abuelo, podrá regresar a casa con la frente en alto y fortalecido por haber demostrado su inocencia ante juzgado extranjero”. (XM)
