Colombia se acordó muy tarde de ganar en el clasificatorio a Catar y quedó fuera del Mundial por primera vez desde Sudáfrica-2010. En el camino quedaron dos técnicos de renombre, pero para la afición y la prensa el fracaso tiene nombre: la cuestionada cúpula del fútbol cafetero.
A pesar de contar con una nómina de jugadores destacados en Europa, ni el portugués Carlos Queiroz ni el local Reinaldo Rueda supieron llevar a Colombia al nivel que tuvo bajo la batuta del argentino José Pekerman, que guio a Colombia a cuartos de final en el Mundial de Brasil-2014 y a octavos en Rusia-2018.