La visita del expresidente de Ecuador, Rafael Correa despierta el interés, entre distintos sectores hondureños, de hacer una auditoría forense a la deuda pública que dejó el gobierno anterior.
Honduras ya atravesó un proceso de condonación de la deuda después del paso del huracán Mitch en 1998 y el 2006, ahora el gobierno de Xiomara Castro se encuentra frente a un endeudamiento interno y externo que no deja espacio para inversión social.
El 52 por ciento de los ingresos se van al pago del servicio de la deuda, intereses y amortización de préstamos, entre estos, la liquidación de bonos soberanos que fueron colocados del 2013 hacia adelante.
Correa vino al país invitado por Castro para que asesore al gabinete en materia económica. El FOSDEH ha venido hablando de la necesidad de auditar más de 16 mil millones de dólares que dejó en deuda la administración anterior.
Hoy el economista investigador de este tanque de pensamiento, Ismael Zepeda volvió a tocar este tema, recordó que Correa al inicio de su gobierno lo primero que hizo fue una auditoría forense a la deuda.
“Eso es algo que Honduras añora en estos momentos, sobre todo, porque al recibir un endeudamiento público por encima de los 16 mil millones de dólares y ante tantos actos de corrupción y necesidad de proyectos que no están vinculados al desarrollo, es necesario una auditoría forense”. Zepeda argumentó que se puede aprovechar la experiencia del expresidente ecuatoriano, algo que “sería de mucha importancia”.
En estos momentos sale a colación la deuda “ilegítima” o préstamos hechos al país por organismos multilaterales de crédito que no han tenido efectos en materia de inversión social o productiva.
De acuerdo a expertos, en esta categoría entran desembolsos como los que hicieron el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el fallido proyecto del Trans-450 o bus rápido en la capital del país. (JB)
