“Los judíos”, una tradición que se resiste a morir en la zona sur

“Los judíos” se reiventan en cada Semana Santa para seguir conservando una de las tradiciones más populares de la zona sur del país. Temidos por los niños y hasta por más de algún adulto asustadizo, estos carismáticos personajes sobreviven a los tiempos dándole un toque de diversión y folclorismo a las aldeas y caseríos del departamento de Valle, donde es común encontrarlos a cualquier hora del día sin importar las altas temperaturas.

Son tan famosos que la gente los extraña en esta temporada porque animan el ambiente en las casas, parques y centros de baile. Se les puede ver con más frecuencia en El Cubulero, Alianza, Goascorán, El Amatillo, El Carreto y otras comunidades aledañas a la zona fronteriza con El Salvador.

Se desplazan en grupo, con sus trajes estrafalarios y sus terroríficas mácaras, que ellos mismos suelen fabricar, además de unos palos amenazantes en sus manos. Atraviezan cuerdas en las carreteras para detener a los conductores y transeuntes y solo los dejan pasar a cambio de dinero o comida. Sabida que se trata de una tradición, la gente colabora haciendo que los judíos continúen sus largas y cansadas caminatas de arriba y abajo.

Sinónimo de alegría, la gente los recibe con música en sus casas provocando un ambiente carnavalesco adonde llegan. En estos tiempos de tecnología, son insumos condiciados para el ocio de las redes sociales, donde también son presentados desde diferentes puntos del país con diferentes nombres y costumbres, pero conservando siempre el traje y las máscaras y su alegría, que los hace únicos.

Pasada la Semana Santa, la tradición queda como un lindo recuerdo en cada uno de los turistas que llegan a estos pueblos por primera vez, mientras que en los hogares, muchos padres siguen invocando la frase “vienen los judíos” como una amenaza para que sus hijos se porten bien el resto del año. (EG)