En 24 meses estaría funcionando la represa Jiniguare en el extremo sur de la periferia capitalina y además se trabaja en otros proyectos ante la precaria situación del agua potable que abate a pobladores de Tegucigalpa y Comayagüela, anunció ayer el titular de la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC), Jorge Aldana.
El edil sostuvo que para su gobierno el agua no es un tema político sino de necesidad y por ello se concentra en buscar soluciones. En ese contexto, aseguró que “el problema del agua no se soluciona con una barita mágica, y se requiere financiamiento”.
Un aproximado de 450 millones de lempiras se necesitan para hacer realidad la entrada en operaciones de nuevas represas.
Sin embargo, la represa Jiniguare está adelantada y estará en funcionamiento en 24 meses, de igual forma hay avances en la represa San José.
En la actualidad la situación es crítica, reiteró el edil capitalino, porque las represas están en niveles mínimos y se debe cuidar los pocos metros cúbicos en existencia para asegurar la distribución durante el verano.
El funcionario no mencionó la posibilidad de que se agudicen los racionamientos, sino que hizo énfasis de optimizar el uso del vital líquido para lo cual pidió la ayuda de toda la población.
Los equipos técnicos siguen trabajando en la limpieza del lirio de la represa Los Laureles y otras medidas paliativas a fin de llegar con lo que se tiene mientras viene la época de lluvia.
DATOS
El río Jiniguare cruza el municipio de Ojojona al sur de Honduras con una altitud de 1,190 metros. Está situado al sureste de quebrada El Jute, y al norte de quebrada Agua Zarca. Según autoridades edilicias, Jiniguare podría generar alrededor de 12 millones de metros cúbicos de agua, igual que el proyecto de San José.
