¿Apertura inteligente?
Por: Dr. Dennis A. Castro B. *
Definitivamente como decía un eslogan de un exgobernante nacional de corte militar: “Los hondureños somos diferentes”, nos henchimos de orgullo de lo que no tenemos, la hipertrofia del ego por la publicidad mediática nos lleva a estadios de alucinaciones despertadas a puritita publicidad mediática, que es atol para los incautos, desposeídos (la mayoría), escasos de una verdadera educación (alto porcentaje), que somos pasto de la perversidad de los sádicos en política. Hasta hace poquitito el exgobernante decía: “tenemos las mejores carreteras de Centroamérica”; “construiremos el mejor centro médico para tratar en cáncer de Centroamérica”, “tenemos la más alta tasa de crecimiento de Centroamérica”, y el colmo, una diputada actual dijo hace un tiempo: “somos el país que mejor está manejando el covid en Centroamérica”, y agregó: “el dinero está en la cara de los médicos y enfermeras”: la verdad, sí que es un pueblo: masoquista.
Sadomasoquismo • Es un acrónimo de los términos sadismo y masoquismo, en el cual una persona obtiene placer al ser dominado o maltratado, y en este caso, socialmente, síquicamente y hasta físicamente, por otra persona que se satisface con la perversidad de hacer creer a su víctima de alucinaciones mediáticas a sabiendas de la falsedad, y el que lo sufre, a sabiendas que es falso: le cree, por su necesidad mística de creer en alguien en su entorno estableciéndose entonces lo que denominamos un sadomasoquismo social de corte político.
En la relación sadomasoquista, las personas se conocen, se relacionan, conviven, y uno se caracteriza por hacer del otro una víctima de sus expresiones y actos, la otra persona que es el que sufre lo descrito es victimizada por el perverso que insiste en relacionarse con el sádico, estableciéndose la interrelación de sadomasoquismo, que en el aspecto social nacional, lo convierte en un constante calvario a repetición que llega al hartazgo hasta morir siendo permanentes en la interpretación descrita.
En el nuestro, tuvimos y tenemos políticos de refil cada 4 años, improductivos, falsos, con antecedentes criminales, déspotas, anacrónicos, sin embargo a la hora de la propaganda son elevados a estadios del olimpo haciéndonos creer en que ha llegado el mesías al parlamento o a la presidencia según el caso, y no es a la primera de cambio, y volvemos a enterarnos de las andanzas de aquel que ya conocíamos, conocemos y sabemos cómo actuará una vez alcance lo que se propone, pero nuestra terquedad masoquista necesita ser satisfecha y procedemos a apoyarlos, dándose esa relación definida, que es el constante en Honduras, dándole al sádico descrito una nueva oportunidad.
Que nos está dando socialmente esta relación: frustración constante, depresión como enfermedad, alcoholismo, drogadicción, que nos llevará a incremento a la criminalidad, y en lo menos dañino: migración a otros países, no olvidando que: muchos llevan ya esa depresión y demás que al menor asomo de sufrimiento siendo migrantes: nos daremos cuenta de un lamentable hecho criminoso en el exterior. Tanto el sadismo político con sed de poder como el masoquismo al apoyar a los mismos que nos hicieron daño: constituye una patología mental social con consecuencias comunitarias en general, todo por no recapacitar a la hora de votar. De continuar la descrita circunstancia es válida la expresión: el que por su gusto muere, que lo entierren parado. Mientras tanto sigamos disfrutando de la novela nacional con los mismos actores en diferentes papeles.
Abg. Derecho Penal.
