Corrían los primeros días de la conmemoración de la Semana Mayor, y los distintos medios de comunicación resaltaban la denuncia que hacía la directora ejecutiva del Instituto Hondureño del Seguro Social (IHSS), la doctora Ivins Adriana Zúniga Rodríguez, en torno a ser víctima de amenazas, intentos de chantaje y coacción, al parecer vinculadas con el proceso de contratación, razón por la cual, vía Twitter explicó que había interpuesto la correspondiente denuncia ante el Ministerio Público (MP) y la Policía Nacional (PN).
En lo personal me solidarizo con la doctora Zúniga, pues a pesar de ser uno de los 224 pacientes oncológicos afectados seriamente por el desabastecimiento de medicinas en el Seguro Social y la falta de una pronta respuesta a nuestras peticiones por parte de esas autoridades a nuestros reclamos vertidos en las redes sociales, en las comparecencias televisivas y en artículos de periódicos, estos han sido respetuosos y reflexivos, tratando de crear conciencia sobre el mal que nos aqueja. Nosotros no estamos para confrontaciones, ni mucho menos para andar intimidando a nadie, sino para que se nos resuelva lo más pronto posible esta terrible situación que amenaza nuestras vidas, utilizando el reclamo pacífico, y en todo caso, la denuncia social.
Según lo recogen estos medios de comunicación, desde su juramentación como directora ejecutiva del IHSS, el 25 de febrero del año en curso, la doctora Adriana Zúniga “se comprometió a esforzarse en el diseño junto a su equipo de colaboradores de estrategias de trabajo para que el IHSS brinde una atención humana en todas sus áreas a todos los asegurados, mediante la implementación de herramientas tecnológicas que van desde el expediente clínico hasta la prestación de servicio de una manera eficiente que contribuya a reducir las brechas en el acceso a la atención médica”.
Todo ello tomando como base, que como política el IHSS está comprometido con el bienestar integral de los afiliados y sus familias, el fortalecimiento de la seguridad social y el desarrollo de Honduras. Pero claro, si ambos enunciados no se llegasen a cumplir, quedan como letra muerta, acaso haciendo eco al regio poema musical de Ricardo Arjona, que en esencia dice: “Hablar y escribir sobre Jesús es redundar, sería mejor actuar. La única forma de no redundar es decir la verdad, decir que Jesús es acción y movimiento, no cinco letras formando un nombre, decir que a Jesús le gusta que actuemos, no que hablemos, decir que Jesús es verbo no sustantivo”.
“Jesús es más que una simple y llana teoría, ¿qué haces hermano leyendo la Biblia todo el día? lo que ahí está escrito se resume en amor, vamos ve y practícalo. La iglesia se lleva en el alma y en los actos no se te olvide. Jesús convertía en hechos todos sus sermones… Jesús hermanos míos es verbo no sustantivo. De mi barrio la más religiosa era doña Carlota, hablaba de amor al prójimo y me pincho cien pelotas”.
José María Leiva Leiva
Tegucigalpa, M. D. C.
