¿Qué leen los hondureños? Conozca las preferencias de lectura en un país sin índice percápita de lectores
Hoy se celebra el Día del Idioma, fecha que nos recuerda el aniversario de muerte del gran genio de las letras españolas Miguel de Cervantes.
El mundo hispanoparlante lo celebra con lecturas colectivas, conversatorios y actos que recuerdan la importancia del idioma español, como uno de los más extendidos del mundo, en sus modalidades hablada, escrita y leída.
En Honduras esta conmemoración pasa un tanto desapercibida, sin olvidar que una de las aristas de esta efeméride sería la lectura como enriquecimiento del idioma español.
No se debe obviar que en el país no se registran índices percápitas de librerías ni de lectores. Según el experto Rolando Kattán estamos en un vergonzoso cero porciento.
Estudios revelan que en Centroamérica, los hondureños son los que menos leen y según datos arrojados por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, más del 50% de hondureños jamás ha leído un libro.
En el 2018 la misma fuente señala que solo el 20% de los hondureños leyó un libro, pero cabe destacar el nivel de lectocomprensión que tienen nuestros lectores– quizá no entendieron lo que leyeron– teniendo en cuenta la baja escolaridad que ostentamos.
También hace mella en estas cifras el alto grado de analfabetismo de Honduras, la gran decersión escolar, la crisis económica y no queremos pensar que pasó durante la pandemia, tiempo en que muchos niños y adolescentes simplemente abandonaron las aulas para integrarse a la ruta migratoria.
Pero… ¿que leen los hondureños?
Aún con estas alarmantes cifras nos dimos a la tarea de hacer una encuesta entre las librerías más acreditadas en Tegucigalpa y San Pedro Sula para saber que leemos.
Estas ventanas abiertas a la cultura, nos permitieron ver que los pocos lectores que existen, son ávidos y asíduos a la lectura, que según una breve muestra aleatoria nos indica que visitan las librerías unas cuatro veces al mes.
Vanessa Herrera de la Librería y Café Casasol, nos indicó que sus clientes se decantan por las novelas– las mujeres– y lecturas clásicas, ambos sexos.
La librería Metromedia indica que sus ventas se incrementan entre personas adultas con libros de superación personal, historia y política.
Alejandra Matute, de esa casa, explica que los bestsellers se mueven con mucha facilidad, al igual que las novedades literarias que tienen un repunte internacional.
Como dato curioso en la ciudad de La Ceiba, todos los días se vende una versión de El Principito, ese gran clásico de la literatura universal que relata las peripecias de un niño que sale de su asteroide para visitar el planeta tierra, en donde se encuentra a humanos egoístas y excéntricos. De ahi se deriva la gran frase, lo esencial es invisible a los ojos.
Este dato lo proporcionó Ana Mendoza de Liser Mundo Literario, quien afirma que otro libro de gran aceptación es “Orgullo y Prejuicio”, del género romántico así como “El Alquimista”, del mundialmente célebre Paulo Coelho.
Personeros de Mundo Literario de Tegucigalpa, indican que las obras favoritas de sus lectores son “Boulevard”, “Violeta”, “Antes de Diciembre”, “Saira”, “El escándalo del Siglo”, “A través de mi ventana”y “El país de las calles sin nombre”.
Buenas noticias para un país cuyos habitantes no han cultivado el gusto o el apetito por la lectura, ya que esta actividad es estrictamente cultural, que debería ser cultivada desde la infancia.
Otros elementos distractores que afectan esta actividad son los dispositivos móviles, el oneroso precio de los libros, también la imposición de la lectura en escuelas y universidades como un castigo.
En fin, el deleite por la lectura debería comenzar desde el hogar a temprana edad, sino es que desde el vientre materno, desde donde comenzamos a percibir ese mundo imaginario o real, que una buena lectura nos puede trazar.
