El aguacate protege el corazón y beneficia economía
Por: José Rolando Sarmiento Rosales
A escribir del aguacate nos llevan varios y legítimos intereses en Honduras, su contribución dietética para la salud al consumirlo, razones de orden económico porque el incremento de su producción en el país, gracias al Plan Nacional de la Secretaria de Agricultura que impulsa plantaciones tecnificadas y viveros de miles de plantas para su cultivo masivo, provocando la sustitución de importaciones que suman unos 10 millones de dólares anuales, y llevarnos a salir del déficit en el abastecimiento nacional, para llegar a contar con superávit para exportaciones a Centroamérica, el Caribe y los Estados Unidos, donde existe un alto consumo de aguacates importados de su vecino México; y por supuesto los beneficios económicos rentables para los productores hondureños, más la contribución a la generación de empleos.
Históricamente han existido plantas de aguacate criollo, popularmente conocido como “indio”, pequeño pero muy sabroso, y en huertos familiares en casas del campo y la ciudad, que se comercializan o por supuesto para el consumo hogareño, pero también las variedades injertadas de gran calidad y mayor tamaño que introdujo la United Fruit en las poblaciones donde tenía sus fincas bananeras, desde sus viveros establecidos en el centro experimental del Jardín Botánico de Lancetilla en el Puerto de Tela, consolidando el mejoramiento de sus variedades en las instalaciones de la Escuela Agrícola Panamericana de El Zamorano, convirtiéndolo en cultivo extensivo en las regiones del país.
El incremento de la población ha elevado el consumo del sabroso aguacate que se produce durante varios meses del año, teniendo que importarlo de otros países, siendo el mayor proveedor México con la variedad Hass, de buena calidad pero de un tamaño pequeño, con precios elevados, razón por la cual se incentiva el incremento de plantaciones de aguacate de variedades de mejor calidad, sabor, tamaño y precio razonable, que en mediano plazo permitirá la sustitución de importaciones, con cuyos millones de dólares podremos financiar productos más esenciales para la vida de nuestros compatriotas, tales como medicamentos, insumos agrícolas y combustibles, lubricantes, esenciales para la vida y actividades productivas del país.
Destacar que la producción de aguacate en extensas zonas de varios estados mexicanos se presta a controversias por su rentabilidad económica, razón por la cual las mafias de la delincuencia organizada y el narcotráfico que ejercen un poder violento, se han querido apoderar del rubro, por lo que, en algún momento del presente las autoridades norteamericanas han suspendido las importaciones, aunque ya las han reiniciado, pero que al existir una demanda creciente del aguacate por los consumidores norteamericanos, ese país buscará alternativas de abastecimiento en naciones productoras de aguacate, que cumplan sus requisitos de calidad e inocuidad sanitaria de la fruta importada, lo que nos abre una ventana al aguacate de Honduras, tal y como sucedió con los melones que cultivamos en la zona sur de nuestro país, beneficiando la economía hondureña y el renacer de la actividad productiva y el empleo en Valle y Choluteca.
Es oportuno señalar que como en nuestro país se consume mucho aguacate, los beneficios a la salud de las personas al proteger un órgano vital como el corazón, revelan estudios científicos realizados en Estados Unidos. Prevenir las enfermedades del corazón significa mantener bajo control el peso, la presión arterial y el colesterol, dormir bien y hacer ejercicio con regularidad, controlar el estrés, limitar el consumo de alcohol y evitar el consumo de tabaco, y seguir una dieta saludable con menos azúcar, alimentos procesados y grasas saturadas, según la Biblioteca Nacional de Medicina.
La Asociación Estadounidense del Corazón afirma que el cuerpo necesita la grasa para aumentar la energía, proteger los órganos, producir hormonas y ayudar a la absorción de nutrientes. Sin embargo, las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas son las opciones más saludables para el corazón. El aceite de oliva, el aceite de canola, el aceite de cacahuate, el aceite de cártamo y el aceite de sésamo son fuentes de grasas monoinsaturadas, junto con los aguacates, la mantequilla de cacahuate y muchos frutos secos y semillas.
En los últimos años ha aumentado el consumo de aguacate, y la verdad es que esta popularidad tiene sentido. Es un alimento único por su textura cremosa, su sabor graso y sus buenas cualidades nutricionales. Entre ellas destaca su gran porcentaje en grasas saludables, su generoso aporte de potasio y su vitamina E. Puede comerse en ensalada, en tostadas o bocadillos. Se puede hacer a la plancha, relleno o se puede añadir encima de una pizza una vez esté cocinada. También hay quién prepara con él dulces, gazpachos o aguacate rebozado. La receta más popular con esta fruta es el guacamole.
