Por: Francisco Zepeda Andino
Cnel. (R) FAH
Cuando el régimen nazi de Adolfo Hitler agonizaba en agosto, 1944, presionado por los ejércitos soviéticos al este de Alemania y las tropas aliadas desembarcadas en las playas de Normandía el 6 de junio, avanzando por territorio francés, los relatos de guerra registran que Hitler en su paranoia acelerada por drogas medicinales, llama al comandante militar de París, general Dietrich von Choltitz y le pregunta ¿arde París?, dado que él había impartido órdenes de colocar cargas explosivas en los principales monumentos históricos de la Ciudad Luz y arrasar los barrios donde existiera resistencia francesa a las tropas alemanas. Para bien de la humanidad, del arte, cultura e idiosincrasia del pueblo francés, von Choltitz desobedece la orden y así permite que millones a futuro logremos admirar esas obras del genio universal.
El 24 de febrero recién pasado, Rusia lanza la invasión a Ucrania y su presidente Vladimir Putin, con extensa formación en inteligencia, seguridad, política, profesional del Derecho, no tiene una formal capacitación militar y debe recurrir a sus mandos del Estado Mayor General para llevar adelante sus planes bélicos. Es obvio desde las primeras acciones ofensivas, la intención de ocupar la capital ucraniana Kiev mediante la penetración de tropas, tanques, ataques de artillería y aviación, utilizando a Bielorrusia como punto de partida dada su proximidad terrestre a la capital ucraniana por su lado norte, siendo mucho más cercana que la frontera ruso-ucraniana en el este. Podemos imaginar a Putin preguntando a sus generales ¿ha caído Kiev?, en una semblanza histórica de París, 1944 y la respuesta negativa de ellos.
Los ataques en el área sur este de Ucrania han obtenido éxitos relativos al ocupar una extensa franja de la costa del mar Negro y mar de Azov, con el objetivo de negar la salida de Ucrania a esos espacios marítimo, situación que sería crítica si las fuerzas rusas llegan hasta el puerto de Odesa, consolidando lo obtenido en la invasión de Crimea, 2014. Al haber fallado en ocupar Kiev, el esfuerzo ruso de redirigió a tomar la ciudad-puerto de Mariupol, importante punto de comunicación en el mar de Azov y su caída sería un fuerte golpe para Ucrania, siendo que con la actual ocupación rusa de toda la franja sur-este, extendida desde la Península de Crimea hasta el sur de Donbas, bloquea a los ucranianos para usar el mar de Azov.
Mariupol va a caer. Ucrania está luchando valientemente contra la tercera potencia mundial militar aparte de China y los Estados Unidos de América. La avalancha de fuego y metal rusa se concentra ahora en una táctica conocida por los rusos: cercar una población y hacer uso indiscriminado de artillería y aviación hasta rendirla por falta de alimentos, agua, electricidad y el exterminio de sus defensores militares y civiles. En 1941 las tropas nazis tratan esa táctica con la soviética ciudad de Leningrado, (ahora rebautizada San Petersburgo, nombre original), y su sitio dura casi los 900 días, donde mueren un estimado de 2,000,000, civiles y militares, por hambre, enfermedades o heridas. Pero no contaban las tropas alemanas con el Lago Ladoga, ubicado al este de Leningrado y durante el fuerte invierno ruso se congela, dando a los soviéticos una vía de comunicación que no podía ser bloqueada y mediante la cual los defensores de la ciudad y civiles podían aliviar en una pequeña parte su calvario.
El próximo 9 de mayo tendrá lugar en la Plaza Roja de Moscú, el acostumbrado desfile de la “Gran Guerra Patria”, conmemorando la derrota nazi en 1945. Quizás para esa fecha, si Putin pregunta a sus generales ¿ha caído Mariupol?, la respuesta sea sí, pero será una victoria lograda sobre miles de muertes de civiles y militares ucranianos.
La negociación de un alto al fuego o panorama postguerra tendrá sin duda alguna, la exigencia rusa de reconocer la anexión de Crimea y si logran dominar todo o partes de la región Donbas, aceptar un status especial afín a Moscú. Ucrania no creemos estará anuente a entregar la franja sur-este, bordeando el mar de Azov, en especial la ciudad de Mariupol.
Muchos de los soldados rusos que en años anteriores han estado en el desfile del 9 de mayo, incluidos por lo menos 7 de sus generales, ahora yacen en cementerios o nunca serán encontrados. Esa es la esencia de la guerra.
