Trasladan a uniformados hasta sus pueblos natales
Los cuerpos de los tres agentes policiales ayer fueron retirados de la morgue sampedrana.
Con todos los honores póstumos que establece el protocolo policial, ayer fueron retornados a sus pueblos de origen los cuerpos de los tres agentes policiales ultimados en una emboscada.
Los policías fueron acribillados a balazos la tarde del domingo, en la comunidad de Agua Amarilla, aledaña al histórico municipio de Trujillo, en una calle de tierra alrededor de la patrulla en la que se trasladaban. Se presume que los habrían bajado del automotor para matarlos.
Los cadáveres de los malogrados policías que murieron en cumplimiento de su deber fueron trasladados a las oficinas de la Dirección Nacional de Medicina Forense del Ministerio Público (MP).
El portavoz de la Secretaría de Seguridad, Miguel Martínez Madrid, expresó que “en nombre de la Policía Nacional, agradecemos a cada uno de ustedes por sus muestras de solidaridad y pesar por el fallecimiento en el cumplimiento del deber de nuestros compañeros policías”.
VELATORIO Y FUNERAL
Por decisión de los familiares, los féretros fueron trasladados directamente a sus lugares de origen para su velatorio y funeral.
En tal sentido, el clase II de Policía póstumo, Jairo Marcelino Posadas Ortiz, fue llevado a la comunidad de El Tabacal, Nacaome, Valle; y al clase I de Policía póstumo, Jhonatan Josué Ramos, lo trasladaron a la aldea El Algodonal, municipio de La Venta, Francisco Morazán.
Finalmente, los restos del clase I de Policía póstumo, Juan Carlos Murillo Olivera, los enviaron al municipio de Salamá, Olancho.
“Nuestras máximas autoridades dieron instrucciones para que a los compañeros fallecidos se les despida con todos los honores que establece el protocolo policial”, explicó Martínez Madrid. (JGZ)
