Dejen de dañar a nuestra niñez

MA
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27 de abril de 2022
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12:33 am
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Dejen de dañar a nuestra niñez

Carlos Medrano
Periodista
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Una de las buenas noticias que tendremos en este semestre del 2022 es el reinicio de clases de todo el sistema educativo público, pues solo Honduras (como para variar) era el único país centroamericano que no se había incorporado a las aulas de manera presencial, después de la llegada de la pandemia COVID-19.
Han sido casi dos años desastrosos en materia de salud y educación, ya que la pandemia desnudó más de 30 años de corrupción, mala organización y poco compromiso con nuestra niñez y juventud, quienes pagarán con creces su pobre preparación para enfrentar los desafíos de este siglo.

El retroceso en materia educativa es inconmensurable y deberemos como país, redoblar esfuerzos para lograr superar este “bache” que mantiene en el oscurantismo intelectual a miles de nuestros hondureños más pobres.
Si antes de la pandemia, el sistema educativo público presentaba un retraso de 100 años respecto a Panamá y Costa Rica, según la Organización de Naciones Unidas para la Ciencia, la Cultura y la Educación, UNESCO, y en materias como matemáticas o lenguaje el porcentaje de aprobados es inferior al 47%, una tasa muy cercana al 70 por ciento exigido en los Objetivos del Desarrollo del Milenio, la crisis educativa se ha incrementado.
Con la apertura de las aulas, Honduras revertiría las cifras negativas que nos ha dejado la pandemia, ya que se lograría incluir a un buen porcentaje de los 1.1 millones de educandos que se encontraban fuera del sistema educativo y así recortar la brecha de aprendizaje entre los alumnos de las escuelas públicas y las privadas.
Con la presencialidad se terminará la exclusión de aproximadamente un millón de estudiantes que no pudo recibir clases virtuales y se podrá atraer a 500 mil que se retiraron definitivamente del sistema por no tener acceso a Internet.

La crisis educativa por tener las escuelas cerradas tendrá efectos nocivos en contra de la niñez, juventud, sobre el desarrollo y la economía hondureña.
El gobierno debe de ser enérgico contra el gremio docente que no atienda el llamado del secretario de Estado en el Despacho de Educación de reincorporarse a las aulas de clases para presencialmente empezar a ofrecer “el pan del saber” a nuestros niños y jóvenes.
Ceder más tiempo por miles de excusas que están diciendo los maestros, es retroceder en el tiempo, afectar el proceso educativo del país e ir en contra de lo que el mundo ya está estableciendo.

Sino arrancamos hoy, pese a que las escuelas estén deterioradas producto de la pandemia y de las tormentas tropicales Eta e Iota, no arrancaremos nunca, de modo que los maestros, los alumnos y los padres de familia deben conjuntar esfuerzos para rehabilitar lo que se pueda hacer, un pupitre mal clavado, una pared manchada, un piso sucio, en fin.

Las medidas de bioseguridad, principalmente la mascarilla para los infantes deberá ser provisto por el gobierno a la brevedad posible, así como proveer de agua en dichos centros educativos.
Hoy es el momento de iniciar este proceso, levantarnos frente a este nuevo reto, alumbrar a nuestros niños con la luz del conocimiento, que los docentes muestren su patriotismo y que todos unidos logremos que el proceso educativo se enrute, en beneficio el futuro de este país.

Ya no hay tiempo que esperar, un día más es un año menos de conocimiento y preparación para nuestros niños, ya basta de causarle daño a nuestros infantes.

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