La extradición de JOH

MA
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27 de abril de 2022
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12:38 am
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La extradición de JOH

Nery Alexis Gaitán

El pueblo hondureño se fascina por situaciones que van desde lo importante hasta lo ridículo. Recuerdo que una vez se apasionó por la canción “Querida” del Divo de Juárez, sonaba día y noche por todos los medios posibles y en las casas hasta los niños hacían el coro de la pegajosa balada.

Dentro de este circo en que vivimos, el tema de moda ha sido la extradición del expresidente Juan Orlando Hernández, que siendo el centro del odio de la oposición política, lo ha celebrado con bombos, cohetes y platillos. Ya un expresidente había sido llamado a cuentas por la justicia norteamericana, Rafael Leonardo Callejas, pero las circunstancias políticas eran otras y su proceso pasó rápidamente al olvido.
En el caso de JOH, siendo el expresidente saliente, y su administración altamente cuestionada en términos de corrupción, el pueblo ha mostrado su indignación, la que se materializó en el voto de castigo, sacando a los nacionalistas del poder.

La extradición de JOH es inédita en la historia de Honduras y avergüenza a todos los hondureños. En primer lugar, porque de ser hallado culpable, ¿cómo permitimos que el narcotráfico y el crimen organizado llegara a dirigir los destinos del país? Y, en segundo lugar, también es una vergüenza para la justicia hondureña, incluyendo al Ministerio Público y demás dependencias, que han sido inoperantes y hasta cómplices, al no procesar a tanto delincuente de alto nivel.

Hay que recordar que nadie está por encima de la ley y JOH debe responder ante los cargos que se le imputan. Si es hallado culpable por la justicia norteamericana deberá pagar sus culpas como cualquier reo común.
Esta extradición es un aviso para tanto corrupto que pulula en los círculos del poder; deben darse cuenta que la impunidad está llegando a su fin. Y ojalá que la lista de extraditables, que según dicen ronda alrededor de cien, que está en manos del presidente de facto del Congreso Nacional, Luis Redondo, sea dada a conocer y se inicie con todos ellos el proceso de extradición, sin importar quiénes sean.

No se puede negar que en la administración de JOH se hicieron cosas buenas que beneficiaron al pueblo. Pero la ilegalidad siempre estuvo presente, sobre todo, a partir del segundo período presidencial, cuando violentando la Constitución de la República, se reeligió en el cargo.

El descaro de los nacionalistas efectuando actos de corrupción en tiempos de pandemia, dañó profundamente la salud del pueblo; los hospitales móviles son la estafa del siglo. En los últimos meses se dedicaron a saquear las arcas del Estado y llegaron al extremo de pagar prestaciones a funcionarios, que desde siempre habían estado en puestos excluidos. También a nombrar personas sin el soporte presupuestario requerido.

Aunque no fueron años de dictadura, como pregona la oposición, sí enfrentamos una administración deficiente y corrupta. A tal grado que en la actualidad el gobierno no dispone de suficientes recursos para afrontar todos los compromisos contraídos.

Este gobierno debe enfrentar la crisis de la forma más eficiente posible y no puede seguir echándole la culpa al exmandatario por todo lo malo que está pasando. Ya sabemos que de nada sirve llorar sobre la leche derramada, lo que el pueblo necesita son soluciones a corto plazo para enfrentar la crisis económica que nos afecta a todos.
Esperamos verdaderamente que la extradición de JOH, sirva de ejemplo que nadie está por encima de la ley y que la corrupción debe llegar a su fin. Los políticos hondureños deben cambiar radicalmente su proceder y trabajar por el bienestar común para mejorar las condiciones de vida de los más necesitados.

Se fue Juan Orlando, pero los problemas del país siguen vigentes. Trabajemos por sacar adelante a nuestras familias. ¡Los hondureños merecemos un mejor destino en la vida!

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