Los desafíos del nuevo Colegio de Abogados de Honduras (1916–2022)

Por: Rafael Canales
Presidente del C.A.H.

Este treinta (30) de abril se cumple el ciento seis (106) aniversario de lo que en un
principio fue la Sociedad de Abogados de Honduras fundada por allá en el año de 1916 habiendo evolucionado posteriormente como institución gremial en el año de mil novecientos sesenta y cinco (1965) como institución gremial a la luz de la Ley Orgánica del Colegio de Abogados de Honduras.

En la actualidad somos el segundo gremio más numeroso del país con una membresía de casi Treinta Mil (30,000) colegas hombres y mujeres a nivel nacional que durante más de un siglo han desempeñado esta digna profesión, contribuyendo históricamente al fortalecimiento del estado de derecho y hemos sido parte fundamental para estabilidad y seguridad Jurídica de nuestro país a pesar de que, en las últimas dos décadas mantenemos una Crisis institucional a lo interno de nuestro gremio entre muchas cosas debido a, la trágica cifra de doscientos diez (210) colegas asesinados en los últimos diez (10) años con un promedio escalofriante de 2 asesinatos por mes. Limitación y disminución del ejercicio profesional por la creación de leyes y reglamentos atentatorias al libre ejercicio de la abogacía.

Sumado al incumplimiento al pago del salario mínimo de los abogados dentro sector público, privado y poder judicial. No podemos dejar de mencionar que vía decreto en el gobierno anterior suprimió la representación legal obligatoria de muchos tramites, siendo esto un durísimo golpe a la economía de miles de abogados y abogadas que ejercen la profesional de forma independiente.

Es innegable que el ejercicio de la Profesión en el ámbito jurídico y administrativo se ha visto desmejorado, lo que se traduce en una deuda Histórica del Colegio de abogados para con la Sociedad y con sus afiliados, a causa de la ausencia de Institucionalidad e independencia de poderes. En estos últimos diez años no se fue capaz de parar los abusos de poder, la politización e injerencia económica que se volvió una costumbre en la impartición de justicia.
En la actualidad existe una sociedad encrispada llena de desconfianza y demandante de justicia verdadera lo que Constituye un Gran reto y desafío para el Gobierno que debe de velar por fortalecimiento Institucional y del estado de derecho.

Uno de los principales objetivos será fortalecer la formación y preparación jurídica en donde se le proporcione no solo conocimientos doctrinarios y prácticos de la ley, también instruir a los abogados y abogadas para cultiven la semilla de una sólida conciencia social, del papel que deben de portar como escala de principios, valores e ideales; traducirlos a la práctica diaria como profesionales del derecho; tanto en la vida pública nacional o como en sus vidas privadas y profesionales. Todo esto contribuirá en la reconstrucción de un verdadero estado derecho, debiendo ser los abogados, actores claves para garantizar que nuestra nación tenga el anhelado acceso a la pronta y expedita tutela judicial.