Por: Ivonne Tábora
Licenciada en Periodismo, relacionista pública, administradora de redes sociales.
La clase trabajadora en el mundo, pasa por un momento duro, por los efectos de la pandemia que aún se sienten y otras debilidades que ya se venían dando, en el caso específico de Honduras se agudiza más, porque entra el plano político, con el cambio de gobierno, ya que actualmente hay miles de empleados públicos que están siendo despedidos, otros se les adeudan sus salarios de varios meses, otros a punto de perder sus trabajos, con la derogación de la ley de empleo por hora.
El 1 de mayo se celebra el Día Internacional del Trabajo, en conmemoración de los valientes obreros que lucharon y murieron por lograr condiciones de trabajo dignas y humanas, y no cabe duda que se logró avanzar, pues en la mayoría de los países se cuenta con legislaciones laborales e instituciones que protegen los derechos de los trabajadores, pero me parece que vale la pena reflexionar sobre el tema, porque falta mucho por hacer.
Las pocas oportunidades de empleo en la actualidad han impulsado la emigración, como un escape para tener una vida mejor, por ello gran parte de la clase obrera, no tienen motivo para celebrar esta fecha, porque no cuentan con un empleo ni la posibilidad de obtenerlo.
No se puede negar que la pandemia vino a extremar la situación que se venía sufriendo, lo que deterioró el nivel de vida de miles de millones de personas en el mundo y en el caso nuestro, vino a reducir drásticamente el ingreso de muchas familias hondureñas.
Este deterioro de la actividad económica vino a golpear directamente las condiciones de vida de los hondureños, pues redujo también sus jornadas laborales
Según datos del Banco Mundial un 80 por ciento de la fuerza laboral activa del país se ubica en el sector informal, que trabaja sin protección y bajos salarios, por lo que se recomienda enforcarse en la recapacitación de los trabajadores jóvenes con un bajo nivel educativo, que deseen mejorar sus habilidades.
El otro 20 por ciento de la clase trabajadora está en el sector formal público, con salarios altos, además el BM señala que las políticas activas de empleo existentes deberían ser reformadas, de manera que sean más relevantes para la población desempleada y para los ingresantes al mercado laboral.
De acuerdo al Índice de Desarrollo Humano o IDH, que realiza las Naciones Unidas para medir el progreso de un país, y que nos demuestra el nivel de vida de sus habitantes, indica que los hondureños tenemos una mala calidad de vida, además Honduras es la economía 101 por volumen de PIB, lo que determina que tenemos un bajo nivel de vida en relación a los 196 países.
Son aproximadamente 28.8 millones de desempleados en América Latina y el Caribe en lo que va del año 2022, y se proyecta unos 27.6 millones en 2023, ya que esta región fue la más afectada por la pandemia en el 2020, con una caída del PIB del 7.5 y una baja que asciende a unos 36 millones de empleos a tiempo completo.
Por su parte la Organización Internacional del Trabajo, OIT, ha estimado que el desempleo mundial se mantendrá por encima de los niveles anteriores al covid-19, hasta como en el 2023 como mínimo, comprendiendo solo en el 2022 unos 207 millones de desempleados.
Esto significa que nos enfrentamos a un mercado laboral que se recupera de manera desigual y lento, y está claro que el trabajo temporal ejerce un efecto amortiguador especialmente en esta etapa que está llena de incertidumbre por diversos temas.
Pero para variar en nuestro país, paradójicamente el soberano Congreso Nacional está eliminando el empleo por hora, una forma de generar trabajo, y la OIT ha señalado en un informe que las proyecciones para este año 2022 apuntan a un déficit de horas de trabajo que equivale a 52 millones de puestos de trabajo a tiempo completo, además la tasa de desempleo mundial se mantendrá por encima del nivel alcanzado en el 2019 por lo menos hasta 2023.
Pareciera que, en el país, actuaran a ciegas las autoridades, sin buscar soluciones, qué situación tan alarmante nos espera, porque en vez de crear empleos, que equivale a disminuir el hambre y la pobreza, se están eliminando los pocos que tenemos.
El mejor remedio contra todos los males, es el trabajo… Feliz Día trabajadores!
@IvonneTabora, [email protected]
