El sector obrero hondureño organizado en sindicatos públicos o privados sale hoy a “celebrar”, el “Día Internacional del Trabajo”, como todos los años, pero en un entorno político, social y económicamente distinto.
Las tres centrales obreras que aglutinan al sector sindical, se dan cita de forma unificada a las acostumbradas marchas del “1ro de mayo”, otras agrupaciones desfilarán hacia balnearios para quienes este día pasará inadvertido.
Una atmósfera social menos densa acompañará a los obreros en las calles de las ciudades del país por donde desfilarán gritando consignas, que no necesariamente apuntarán al gobierno actual.
A diferencia de años antes, no esperan “gaseadas” ni disturbios y se espera que la Presidenta Xiomara Castro, con su esposo el exmandatario, Manuel Zelaya, se sumen a la marcha en San Pedro Sula, anunció ayer el dirigente sindical, Mario Sales.
Entre los logros de estos tres meses de gobierno, dijo que enarbolaran derogaciones de leyes como la del empleo por hora, las Zede, ley de secretos, subsidios a la energía y a los combustibles.
DESIGUALDAD COMO RETO
Pero deplorarán la inestabilidad laboral con ha empezado este gobierno en sectores como salud, con casos concretos como los médicos y enfermeras que están sin sueldo. Además, se deben buscar atenuantes contra la inseguridad ciudadana que se ha recrudecido, según Sales.
En la capital donde ha sido el escenario de represiones militares y policiacas para esta fecha, los obreros recorrerán desde el barrio La Granja, al parque central donde leerán un manifiesto único.
Los mítines tienen como telón de fondo una crisis económica nunca antes vista, con un alto desempleo por la pandemia y los impactos del cambio climático.
Ocho años “de dictadura”, la pandemia y el cambio climático dejan un saldo de 74 por ciento de pobreza, exponen sociólogos que consideran una tarea titánica para el nuevo gobierno, superar el reto de la desigualdad social.
UN LUJO ANDAR EN CARRO
Se suma un conflicto bélico que, pese a que Rusia y Ucrania se encuentran a miles de kilómetros, aquí retumba indirectamente cada semana en los precios de los combustibles.
“Ya es un lujo andar en carro ahora”, lamentó en la víspera el también, dirigente obrero, Alberto Taibo y advirtió que Castro no escapara el reclamo popular.
Las alzas de los combustibles tienen de correr a las amas de casa con el acceso a la canasta básica alimenticia, de tal manera, que ya se están acostumbrando a encontrar más cara la comida cada vez que salen al mercado.
La inflación, considerada por economistas, como “importada”, en marzo se ubicó en 6.96, por el alza del petróleo, de los fertilizante e insumos agrícolas.
La crisis global de contenedores por la pandemia, también pone su parte a este calvario de los trabajadores con el incremento en las importaciones hasta por un 360 por ciento según estimaciones del sector privado.
El panorama es poco alentador, según proyecciones de la cúpula empresarial, porque si el conflicto ruso ucraniano continúa, la gasolina se elevaría a 150 lempiras, casi 29 más en relación al precio actual. En este entorno salen a las calles a “celebrar” los obreros organizados el “Día Internacional de Trabajo”. (JB)
MILLONES EN LA “REBUSCA”
Las marchas del “1ro de mayo” contrastan con las estadísticas recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), que exponen el deterioro del mercado laboral deprimido por factores estructurales y último gobierno. La Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples 2021, muestra que el mayor problema es el subempleo o personas que trabajan, pero no logran ganar lo suficiente para llevar una vida digna.
Existen 1, 535,290 personas subocupadas, es decir que, estando ocupados, trabajan menos de 40 horas a la semana: además, hay más de un millón de compatriotas que trabajan más de 40 horas, pero con ingresos inferiores a un salario mínimo.
Otro de los problemas del mercado laboral es el desempleo, mayormente urbano ya que en las ciudades una persona se tarda un promedio de 3.6 meses para encontrar un ingreso; en el campo es 3.3 meses. La desocupación se concentra en la población joven; hay 348,858 desocupados y 45 por ciento son jóvenes menores de 25 años.
