Por: Otto Martín Wolf
Mi respuesta categórica es sí!
Ahora veamos por qué?
En Honduras existe la libertad de culto, cada uno puede creer lo que quiera, adorar uno o muchos dioses o ninguno si es su deseo.
Pero hay una distancia monumental entre la libertad de culto y la libertad de manejar enormes sumas de dinero sin tener que rendir cuentas a nadie.
Las iglesias reciben donaciones, de eso viven, bien por ellas.
No voy a comentar sobre el estado mental de quienes regalan su dinero a los representantes de dioses, desde Zeus hasta Amón-Ra o cualesquiera de los muchos que han existido desde el pasado y hasta la fecha, cada uno es libre de hacer con su dinero y regalárselo a un pastor, apóstol, imán, sacerdote o iglesia está entre esas libertades.
Pero estos ingresos por parte de los mencionados, es justo que estén libres de impuestos? ¿Por qué?
Son ingresos que reciben seres humanos como representantes de su Dios, pero que yo sepa ningún Dios emite recibos por esas donaciones ni interviene en su manejo, eso es privativo de los “agentes en la tierra”.
Es decir, todos se autonombran representantes de sus dioses y por ese autonombramiento entran en la categoría de los ingresos divinos e intocables.
Quienes manejan, invierten, disfrutan y gastan ese dinero son seres humanos, igual que los carpinteros, médicos, mecánicos y barberos.
Todos pagan impuestos, menos los administradores del dinero de Dios.
Es lógico y justo que todos paguen impuestos, especialmente aquellos cuyo modo de vida evidencia altos ingresos.
Ropas carísimas, vehículos lujosos, suntuosas mansiones; todo eso proviene de los ingresos de las iglesias, por qué “diablos” no van a pagar impuestos quienes lo utilizan a modo personal, igual que el resto de los mortales?
Yo soy ateo, lo he declarado toda mi vida, pero qué sucedería si “de repente recibo un mensaje divino” y fundo una nueva secta religiosa?
Instantáneamente todo el dinero que reciba entra en la mencionada categoría intocable.
Si consigo seguidores y donantes, mi nuevo trabajo como divulgador de la fe y la palabra está excepto de impuestos, aunque secretamente en el fondo yo siga sin creer nada, con solo declararme profeta o algo parecido ya estoy libre de impuestos.
¿Estamos claros hasta aquí?
Veamos qué otras cosas peligrosas pueden ocurrir con los ingresos no controlados de las iglesias.
Si en lugar de ser yo quien funda la nueva iglesia o secta, lo hace alguien como testaferro de algún narcotraficante, quizá podrían entrar como donaciones religiosas enormes cantidades de dinero de drogas, el cual es inmediatamente “blanqueado, santificado y dejado libre de pecado”.
Enormes cantidades de dinero, millones de dólares, pueden buscar ese camino.
Quién le va a decir que no a una iglesia? ¿Qué banco va a rechazar esos dineros de Dios?
¿Lo están haciendo ya?
El narco es muy ingenioso, tiene cerebros pensando y trabajando todo el día en cómo blanquear todos esos billetes de la droga que le entran diariamente.
“Los Cachiros”, como un ejemplo, tenían toneles de dólares enterrados en el patio de una de sus casas, once millones si mal no recuerdo.
Si en lugar de enterrarlo lo hubieran “santificado”, jamás nos habríamos dado cuenta. Lo hicieron con otras cantidades?
¿Lo siguen haciendo quienes heredaron sus puestos en el negocio?
Es muy difícil que un gobierno se atreva a cobrar impuestos a las iglesias, creo que la mayoría de “fieles” se le vendrían encima.
Pero se podría empezar de verdad a “limpiar” sus ingresos exigiéndoles una contabilidad clara, auditable por el gobierno, aunque después quienes lo manejan se den la gran vida.
Pedirles el origen de todo el dinero que reciben, saber de dónde proviene, conocer si es de donantes legítimos o se trata de otra de las muchas lavanderías que deben existir en el país, creo que eso es potestad del Estado y, además, una obligación.
Si las altas esferas del gobierno han sido infiltradas por el narco, ¿por qué no algunas iglesias?
Estoy seguro que desde el “cielo” ningún Dios enviaría rayos y pestes a quienes traten de limpiar de mercaderes los templos.
ottomartinwolf.com
[email protected]
