Lagos, 3 may (EFE).- El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se alegró este martes de la evacuación de más de 100 civiles de la acería de Azovstal en Mariúpol, tras lo cual las tropas rusas comenzaron el asalto final contra la planta donde centenas de personas han permanecido escondidas desde hace dos meses.
“Me complace que más de 100 civiles hayan sido evacuados con éxito de la planta siderúrgica de Azovstal en Mariupol, en una operación coordinada con éxito por las Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja”, declaró Guterres desde Maiduguri, ciudad del noreste de Nigeria donde se encuentra para evaluar la situación humanitaria resultante de la crisis del grupo yihadista Boko Haram.
“Espero que la coordinación continuada con Kiev y Moscú dé lugar a más pausas humanitarias que permitan a los civiles pasar con seguridad lejos de los combates y que la ayuda llegue a la gente donde las necesidades son mayores”, agregó el secretario que medió entre Rusia y Ucrania para que se realizara esta operación.
La evacuación comenzó el pasado 1 de mayo después de múltiples fracasos y en lo que Kiev ha calificado como la operación más difícil desde que comenzó la guerra hace más de dos meses.
En una declaración a los periodistas en el centro de recepción de refugiados de Zaporiyia (Ucrania), donde está prevista la llegada del convoy, la viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, anunció hoy el éxito de la “primera parte” de la operación para rescatar de la acería de Azovstal a mujeres, niños y ancianos.
Vereshchuk lamentó que, sin embargo, no se pudo completar el desalojo de la fábrica de acero ante el bombardeo de los rusos.
Rusia había cifrado en más de 2.000 los soldados pertrechados en la fábrica y sostuvo que la evacuación ha sido posible “gracias a la iniciativa” del presidente ruso, Vladímir Putin.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, llevaba semanas instando a la comunidad internacional a ayudarle para evacuar a los ciudadanos refugiados en el enorme territorio de la acería junto a soldados y combatientes del batallón de Azov, y ha sido necesaria la mediación del secretario general de la ONU para que pudiera tener lugar.
