FIDEL MARTÍNEZ, LÍDER SINGULAR

ZV
/
7 de mayo de 2022
/
12:45 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
FIDEL MARTÍNEZ, LÍDER SINGULAR

De izquierda a derecha: Fernando Macklean, Luis Zavala, Mari Lozano, Armando García y Eludín Gutiérrez.

(1/3)

LUIS ZAVALA

El año de 1975 llegué a La Ceiba, departamento de Atlántida, a estudiar Ingeniería Agronómica al CURLA-UNAH. Una de las personas a visitar era Fidel Martínez. Como se decía y aún se dice, traía línea desde Olanchito.

En Olanchito, departamento de Yoro, comencé mi actividad partidaria. No recuerdo ni cómo fui reclutado, lo cierto es que de pronto estaba en reuniones de círculo de estudio en la casa del amigo y profesor fallecido Fernando Macklean y en casa de otro compañero. Eran reuniones de estudio de la filosofía marxista. Iniciábamos a las 7:00 pm y terminábamos a la una o dos de la mañana. Las reuniones eran conducidas por la célula Francisco Morazán que dirigía Eludín Gutiérrez (QDDG).

El tiempo de estudio lo apreciábamos mucho. Por la entrega y dedicación en jornadas largas, nos sentíamos realizados. Desarrollamos una mística casi religiosa por la devoción impresa. Por momentos pensábamos como algunos sacerdotes que hacen votos de pobreza entregándose en cuerpo y alma a su apostolado. Vivíamos intensamente el SARAMPIÓN REVOLUCIONARIO.

Cuando partí hacia La Ceiba me dijeron que buscara a Fidel Martínez, que era el jefe del Partido Comunista de Honduras (PCH) en ese municipio y el departamento de Atlántida. Además, era el líder del FES: Frente Estudiantil Socialista en la Universidad (C.U.R.L.A.). Eludín me dijo que era uno de los frentes más fuertes en la universidad. En verdad era fuerte en Tegucigalpa y San Pedro Sula, pero no en La Ceiba.

Me entrevisté con Fidel Martínez y descubrí un hombre enérgico y muy talentoso. Constantemente usaba el dedo índice para acomodarse los anteojos. Luego me explicó que el FES era una agrupación estudiantil formada por el Partido Comunista para tener su propia organización de masas en la universidad. El FES nace de las filas del Frente de Reforma Universitaria (FRU) que en ese momento lo dirigían los FLACOS O PROCHINOS y el FES pasaba a ser el movimiento estudiantil dirigido por los GORDOS O PROSOVIÉTICOS. En Olanchito no conocíamos estos enredos o conflictos dentro de la izquierda hondureña. Donde podían se disputaban el poder entre los mismos y no les importaban las consecuencias. En muchos casos dividían las organizaciones sociales. En Olanchito, por ejemplo, estando en último año de comercio escuché gritar a mi primo político Donald Martínez (QDDG) saliendo de una clase: VIVA EL CLES. Eran los comités de lucha estudiantil de los FLACOS. Donald era hermano de Álvaro Martínez (QDDG) también primo político que estudiaba en el CURLA. Alvarito trajo esa información a Olanchito y convenció a muchos amigos y familiares. Los universitarios eran y son muy apreciados. En aquel tiempo más porque eran escasos y privilegiados. Tiempos en que los académicos tenían valor y la formación aportaba seguridad de vida que al mismo tiempo le daba estatus social y económico con el consiguiente acceso a diversas oportunidades. Hasta vanidades y abusos en algunos casos. Fue la primera vez que escuché la palabra CLES y quedé como traumatizado porque se expresaron con convicción y fuerza.

Haciendo un paréntesis, debo decir que una vez llegaron a Olanchito en forma oficial un grupo de estudiantes del CURLA. Fue novedoso y llamaban la atención de todos. Sobresalía un estudiante de contextura gorda que se miraba gracioso al caminar. También era muy activo para hablar, de estatura alta pero no tan alta, quizás 1.78 que le decían PETACA de apellido Flores. La presencia de ellos era noticia completa y avasalladora. Todos observábamos con admiración y respeto viendo cada gesto y poniendo atención a cada palabra y acción de ellos. Entonces ser estudiante universitario era un privilegiado y se convertían en “mimados”.

LOS GORDOS formamos el FAR (Frente de Acción Revolucionaria). En las elecciones estudiantiles de secundaria siempre nos impusimos democráticamente. De esa manera, un instituto como el Francisco J. Mejía que realizaba elecciones anuales de Consejo Central de Estudiantes sin conceptos ideológicos pre elaborados, se vio envuelto en luchas ideológicas de dos FRENTES DE IZQUIERDA irracionales. La lucha no parecía ser contra la oligarquía, era más bien entre los mismos. Hoy lo veo pasado el tiempo, entonces era parte del problema.

Fidel me explicó que el FES en el CURLA empezó bien pero que, a raíz de la lucha por defender al rector Cecilio Zelaya, más conocido como Chilo Zelaya se aliaron estratégicamente en La Ceiba con el FUUD. La alianza fue de hecho. Coincidieron las dos fuerzas en el mismo propósito. No había acuerdos formales, el mismo interés los unió. El FUUD defendía la familia nacionalista que tenían posiciones de poder en su partido y Fidel la línea del PCH defendiendo un aliado importante. Los Zelaya han sido de origen político nacionalista pero no todos. El Dr. Emilso Zelaya estudió medicina en Cuba y aprendió a no seguir la tradición política familiar. Chilo Zelaya se casó con una hermana de Rigoberto Padilla Rush. Años después, Rigoberto pasaría a ser el Secretario General del Partido Comunista de Honduras. O sea, Chilo Zelaya era un hombre progresista y muy ligado a la izquierda hondureña prosoviética. Defender a Chilo era línea de partido. Jorge Arturo Reina que no pertenecía a ninguno de los partidos pero que ejercía mucha influencia en los FLACOS promovió la destitución del rector para lograr la posición. La acción del FES en La Ceiba donde hubo fuertes altercados entre las partes, le pasó factura al prestigio del nuevo frente. La elección anterior ocurrida a mi llegada, el FES había sacado 13 votos. Con mi llegada subimos a 32. El efecto negativo para la organización fue contundente. Fidel cumplió una misión, pero los adversarios le endilgaron un estatus político que no poseía. Aquella alianza estratégica y, de hecho, fue fatal. Un par de años después el PCH disolvió el FES al darse cuenta que lejos de unir a los estudiantes, los dividía. A nivel nacional el frente crecía aceleradamente. En La Ceiba no.

A los pocos días, conocí un personaje muy ligado a Fidel Martínez, José Luis Matute (QDDG), el famoso PALOS BLANCOS. El apodo le venía porque era originario de un lugar así denominado por el lado de Puerto Cortés.

Palos Blancos era una persona jovial, agradable, servicial y como dicen en mi pueblo, con él no había tristeza. Fidel y José Luis Matute era la gran representación del FES en el CURLA. Era común encontrar a José Luis en los pasillos animando una conversación política con los adversarios y dando cátedra de conocimientos profundos sobre la realidad política mundial y nacional. Esos temas que para el FES eran el pan nuestro de cada día, para los demás eran novedad. Fidel y José Luis, hablando en lenguaje deportivo, hacían jugadas de pared. Fidel le daba instrucciones, José Luis las aplicaba y Fidel recibía por otra parte. La capacidad política del Fidel con profundos conocimientos de marxismo, gran “olfato político” y tremenda sagacidad estratégica, lo convertía en un hombre admirado, respetado y temido. Frente al compañero José Luis Matute, alias Palos Blancos, era una especie de ídolo al que constantemente le imitaba gestos como los de usar el dedo índice para subirse los anteojos que él no usaba. Palos Blancos no usaba anteojos, pero, hacía gestos de acomodárselos como lo hacía Fidel. Ese comportamiento traía gracia y servía para reírnos. Bromeábamos con el sin que se molestara. José Luis era una persona maravillosa.

Recuerdo que Fidel y José Luis Matute siempre se decían: “trátame bien que yo voy a escribir tus memorias”. PALOS BLANCOS siempre ponía de testigo a Julia Cedeño, esposa de Fidel. “Mire Yuli, usted es testigo… Ja ja ja…”. Insistían bastante en este tema. Al final ninguno de los dos escribió sobre el otro. José Luis estudió en la Unión Soviética y allá falleció. Una gran persona, amigo de todos. Hombre sin malicia y sin maldad para nadie con un corazón bondadoso y amistoso a toda prueba. Se mantenía en La Ceiba con dificultades económicas y por eso Fidel terminó enviándolo a la URSS donde falleció. Que Dios tenga en su santo reino a José Luis Matute.

Fidel Martínez procedía de un lugar conocido como Salado Barra del municipio de El Porvenir. Su padre producía cocos y le vendía a la Standard Fruit Company. Don José y doña Tina eran sus padres que aprendieron a bregar en la rudeza del trabajo. Siempre cargaban sus pistolas. Óscar Martínez el hermano de Fidel era muy leal con su hermano y dispuesto a defenderlo en todo momento. Óscar era hombre de armas tomar. Fidel siempre andaba su revólver. Creo que era una 38.

Desde el punto de vista económico, la familia creció en la bonanza y dentro del pueblo eran los líderes económicos y además líderes en todo sentido al estilo vaquero. La familia muy unida. Agradables, serviciales, prestaban ayuda a las personas y eran muy apreciados en su medio. Doña Tina era una mujer platicadora y enérgica. Parece que de ella venía la herencia de ser “macho” de la familia. Don José el padre de Fidel era un hombre agradable, bromista y por supuesto siempre cargaba un revólver. Cierta vez don José tuvo que venir a vivir a La Ceiba a una casa que compraron en barrio Alvarado. En ese tiempo el compañero Efraín Manzanares junto conmigo ayudamos a bajar el menaje del camión para instalarlos. Por alguna razón, don José se identificaba bastante con Efraín Manzanares que es muy platicador y le hacía bromas pesadas. Esa vez, cuando Efraín cargaba cosas y pasaba cerca de él, don José le pasaba las manos por la nalga. A la tercera vez que hizo eso, le dijo Manzanares: “… Don José, si va estar así, mejor cómpreme los trastes y me vengo a vivir aquí…” aquello sirvió de relax y nos reímos bastante… era un señor muy agradable y por supuesto Efraín también.

Fidel se movía con la sicología de un hombre poderoso que no le temía a nadie. Cierta vez cuando Álvarez Martínez llegó de coronel y jefe del Cuarto Batallón, le montó vigilancia con un espía civil que pasaba en una bicicleta haciéndose notar amenazadoramente y en forma descarada. Generalmente lo hacía cuando no estaba Fidel. Era una acción para amedrentar. Informado Fidel, lo “vigió” y cuando pasó, sacó la pistola se la puso en la cabeza y le dijo: “si volvés a venir a joder aquí, te voy a bañar a plomo… y decile a tu coronel que si tiene huevos que venga él para que arreglemos entre los dos…”, aquel espía no volvió por esos lados.

En La Ceiba Fidel era respetado por su capacidad intelectual y por los “huevos” demostrados en varias ocasiones apoyándose en su conducta decidida y en su revólver. Cuando la lucha del CURLA en la defensa de Chilo Zelaya, era común verlo con su revólver en la mano. Aquello fue difundido y quedó impreso en la mente ceibeña la imagen de un hombre dispuesto a todo. En las reuniones del PCH siempre sacaba su revólver y lo ponía en la mesa. Era una costumbre con el propósito de estar listo por cualquier amenaza del enemigo.

Fidel era un hombre muy inteligente y un devorador eficaz de libros. Leía y entendía lo que leía. Le gustaba escribir documentos y propuestas al partido. Cuando le asignaban tareas de redactar una propuesta nacional se pulía hasta conformar un documento acorde con la realidad y con el pensamiento marxista.

En realidad, su gran respaldo nacional era Rigoberto Padilla Rush a quien le profesó lealtad completa. Rigoberto padilla Rush hombre con maneras suaves, inteligente y muy intelectual, era como su padre político. Fidel disfrutaba hablar de Rigoberto y lo ensalzaba a más no poder.

Por su relación con Rigoberto Padilla, conocimos un poco de la conducta de Nicho Romero Bejarano quien era el secretario general del PCH. Según supimos era un hombre autoritario y en alguna ocasión estando en reunión de Comité Central le lanzó cosas a alguien que opinó diferente y disonante. En cierto modo, Nicho se imponía. Gozaba de respeto y admiración por su trayectoria política. Era una leyenda, pero su carácter era autoritario. Por cierto, que recién llegado de Olanchito se hizo una reunión municipal del PCH en un lugar apropiado de La Ceiba al que se invitó a NICHO BEJARANO. Para mí, Nicho Bejarano gozaba de un poder mítico. Se contaban tantas cosas de él, de su participación en las luchas y la descripción combativa y heroica que hace Ramón Amaya Amador en Destacamento Rojo que impresionaba de manera significativa. Lo admirábamos profundamente sin conocerlo. Luego al escucharlo, queríamos que no terminara de hablar. Era especial para narrar las luchas.

A esa reunión municipal que fue invitado y que lo esperábamos con ansias, me causo mala impresión cuando se bajó del carro, saco su peine, se vio al espejo lateral, se limpió la cara y se pulió el peinado. Como venía de Olanchito con una mística de votos de pobreza, aquello de arreglarse y de preocuparse por mirarse bien físicamente, me pareció no conveniente para la conducta del secretario General del Comité Central del PCH. Después la vida me enseñaría que se lucha para mejorar no para echarse a perder.

 

Más de Anales Históricos
Lo Más Visto