Lleno de flores los panteones, emociones y lágrimas de quienes ya descansan en la eternidad lucieron los camposantos en la capital, donde decenas de personas acudieron a poner flores a sus madres fallecidas. Así transcurrió el Día de la Madre, donde, por otra parte, los capitalinos desbordaron centros comerciales y restaurantes para compartir este día tan especial.
El movimiento comercial del Día de la Madre siempre ha sido bueno, pero este fue mayor porque la población va saliendo de una pandemia, que impidió en los dos años anteriores compartir con la madre en su día.
En las salidas de la capital se vio un tráfico inusual también porque algunos viajaron a sus pueblos a visitar a su progenitora en su día.
Pero los cementerios lucieron llenos, parecía Día de Finados, pero no, era el Día de la Madre, cuando decenas de hijos visitaron en la tumba a su “madrecita”. Todo el Día, los cementerios estuvieron abiertos, hasta las 5:00 de la tarde.
En los restaurantes, hay restricciones por la pandemia, y permanecieron llenos, muchos hicieron reservas anticipadas con un menú especial para que la autora de sus días disfrutara de un agasajo.
No solo en la capital, las madrecitas estuvieron agasajadas, sino que en todo el país hubo reportes de festividades especiales.
