“Reparar el mundo”, no como una recomposición de un rompecabezas, sino desde la “comprensión de la vulnerabilidad” del ser humano, apoyándose en un cambio antropológico mayor y proporciónandole “herramientas conceptuales útiles” para esa evolución, asegura la filósofa Corine Pelluchon.
Así lo explica la autora francesa en una entrevista con Efe en Madrid, donde este martes en el Instituto Francés presenta su último libro “Reparemos el mundo. Humanos, animales, naturaleza” (NED Ediciones), acto en el que estará acompañada por el antropólogo Juan Luis Arsuaga.
Pelluchon es profesora de filosofía en la Universidad de París-Est Marne-la-Vallée y se especializó en la filosofía política y ética aplicada, centrándose especialmente en temas de bioética, filosofía del medioambiente y política del animalismo, proporcionando en este texto una serie de ideas que pretende sean adoptadas por los políticos y los ciudadanos para tener una visión más próxima al “caos y destrucción” que afronta el mundo y cómo iniciar la reparación.
La profesora de filiosofía asegura que “es momento de reparar el mundo” porque hay que preparar el futuro proporcionando “una serie de herramientas conceptuales que pueden ser útiles a los seres de buena voluntad cuando se trate de reparar las catástrofes que afrontamos”.
“Reparemos el mundo. Humanos, animales, naturaleza” es un texto cuyo concepto se basa en la tradición cabalística del siglo XVI, “cuando el concepto de unidad ya se había quebrado”, y que inicialmente era la recopilación de una serie de artículos que la autora había escrito para desvelar sus ideas sobre catástrofes, como las cuestiones sanitarias, de medioambiente, de geopolítica y política, sin tener en mente la pandemia, pero sí “otras causadas por el clima, y las detenciones y violencia por todas partes”.
Pelluchon llegó a pensar que “no se podía hacer frente a tanto caos”, no obstante, se debía “preparar el futuro y acompañar las innovaciones, que son las alternativas fiables frente a un modelo de desarrollo destructivo, en la agricultura, la cría de animales o la energía”.
Asegura que busca “acompañar un movimiento que ya está aquí, pero que no es aún tan poderoso” y que denomina ‘Las luces en la edad del olivo” en su último libro, que se manifiesta por la preocupación de mucha gente por la ecología o a favor de la causa animal, “un ser sintiente” y como tal puede permitir al ser humano “ser consciente de su vulnerabilidad”, sostiene.
La filósofa, que explica que muchos de sus pensamientos están basados en una catástrofe, la de haber perdido hace treinta años a un hermano de tan solo 17 años, pretende aportar unas herramientas, “un pensamiento constructivo que pueda abrir un horizonte de esperanza a pesar de las fuerzas de la destrucción que encontramos en el modelo extractivista, en los modos de consumo delirantes y nuestras intenciones con los animales”.
Eso, en un momento en el que “los gobiernos oscilan entre respuestas tecnocráticas a nuestros problemas, que son frustrantes, y políticas de identidad con la extrema derecha o la llamada a la revolución”.
Preparar y reparar el mundo es “construir puentes entre las generaciones, entre el pasado y el presente, siendo a la vez radical”, ya que lo que pretende es “promover un modelo de desarrollo muy diferente del actual, que se apoye en un cambio antropológico mayor, sobre unas reflexiones sobre los demás seres vivos y también sobre nuestra vida, no para destruirlo todo sino con apego a las tradiciones”.
Reparemos el mundo pretende además dar una visión de la vinculación del ser humano con los otros seres vivos.
Pelluchon es autora también de “Les Nourritures”, “Philosophie du corps politique” (2015), “Manifiesto animalista: politizar la causa animal” (2018) o “Éthique de la considération” (2018). EFE
