La ONU recaudó este miércoles aproximadamente la mitad del dinero que necesita para descargar un millón de barriles de petróleo que se encuentran a bordo de un buque abandonado frente a las costas de Yemen y que amenaza desde hace años con provocar un desastre medioambiental.
Según un comunicado, los donantes internacionales prometieron 33 millones de dólares durante una conferencia celebrada este miércoles en La Haya, lo que unido a dinero ya comprometido previamente suma 40 millones de dólares.
La cantidad es la mitad de los fondos que Naciones Unidas considera necesarios para llevar a cabo la operación de emergencia en la que se trasvasará el petróleo del buque Safer a otra embarcación que lo mantendrá de manera temporal.
En total, la organización espera poder recaudar 144 millones de dólares para completar el plan, que a más largo plazo incluye el almacenado de los barriles de crudo en un lugar más definitivo.
Aunque está por ahora lejos de reunir esa cantidad, la ONU consideró que el dinero comprometido hoy es un buen arranque para su campaña en busca de financiación.
Tras años de negociaciones, Naciones Unidas cerró en los últimos meses un acuerdo con el Gobierno yemení y con los rebeldes hutíes que controlan parte del país para retirar el crudo ante el importante riesgo de un vertido, dado el mal estado del buque, construido hace 45 años.
Ese peligro lo confirmó una misión enviada a la zona por la ONU este año, que advirtió que el Safer se está deteriorando rápidamente.
La ONU avisa que un vertido puede ser devastador para las poblaciones yemeníes que dependen de la pesca en esta zona y llevar al cierre temporal de puertos fundamentales para la entrada de alimentos y ayuda humanitaria en el país.
El desastre también podría complicar el tráfico marítimo en una zona clave y dejar enormes daños medioambientales en varios países.
El costo de limpiar un vertido como este se estima en unos 20.000 millones de dólares, según la ONU, que recuerda que la cantidad de petróleo a bordo del Safer es cuatro veces mayor a la vertida por el petrolero Exxon Valdez en 1989, que provocó en Alaska una de las mayores catástrofes de este tipo. EFE
