Recordando el gran día de los trabajadores

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12 de mayo de 2022
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Recordando el gran día de los trabajadores

Por: Jorge Roberto Maradiaga
Doctor en Derecho Mercantil, catedrático universitario y especialista en Derecho Aeronáutico y Espacial.

No cabe la menor duda que mayo, quinto mes del año es un mes muy especial, por sus múltiples celebraciones, entre otras el Día de la Madre, el Día del Trabajador, el Día del Árbol, el Día del Periodista. De entrada, cada 1 de mayo se celebra en todo el mundo el Día del Trabajador para conmemorar a los Mártires de Chicago. En 1886 fueron ejecutados trabajadores de Estados Unidos tras realizar una serie de huelgas en reclamo de mejores condiciones laborales.

Tal como destacan los tratadistas del tema, el Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo es la conmemoración del movimiento obrero mundial. Es una jornada que se ha utilizado habitualmente para realizar diferentes reivindicaciones sociales y laborales a favor de las clases trabajadoras por parte, fundamentalmente, de los distintos movimientos. En la mayoría de los países del mundo, es un día festivo nacional.

En Estados Unidos, Canadá y otros países no se celebra esta conmemoración. En su lugar se celebra el Labor Day el primer lunes de septiembre, conmemorando un desfile realizado el 5 de septiembre de 1882 en New York y organizado por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (Knights of Labor, en inglés). El presidente estadounidense Grover Cleveland auspició la celebración en septiembre por temor a que la fecha de mayo reforzase el movimiento socialista en los Estados Unidos desde 1882. Canadá se unió a conmemorar el primer lunes de septiembre en vez del primero de mayo a partir de 1894.

Estudiosos del tema destacan que los hechos que dieron lugar a esta conmemoración están contextualizados en los albores de la Revolución Industrial en los Estados Unidos. A fines del siglo XIX CHICAGO era la segunda ciudad en número de habitantes de Estados Unidos. Del oeste y del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes que albergaban a cientos de miles de trabajadores. Además, estos centros urbanos acogieron a emigrantes llegados de todo el mundo a lo largo del siglo XIX.

Una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores era la jornada de ocho horas. Uno de los objetivos prioritarios era hacer valer la máxima de: “ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso”.1 En este contexto se produjeron varios movimientos; en 1829 se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva York la jornada de ocho horas. Anteriormente existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, “salvo caso de necesidad”. Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 dólares.

Es de destacar que, al inicio del siglo XXI se comenzó, en muchos países por parte de los medios de comunicación a denominar al Día Internacional de los Trabajadores, como “Día del Trabajo” en un intento de desligar la celebración, ya muy arraigada, de su origen conmemorativo y reivindicativo. En otros países, en general países de colonización británica, han venido celebrando el denominado Labor Day (literalmente “Día del Trabajo”) en fechas diferentes al 1º de mayo. En los Estados Unidos de América y Canadá el Labor Day es el primer lunes de septiembre; en Nueva Zelanda, el cuarto lunes de octubre; en Australia, cada Estado Federal decide la fecha de celebración: el primer lunes de octubre en el territorio de la capital australiana. Debido a que la festividad tiene un carácter oficial en muchos países, actualmente parte de la población continúa participando en las celebraciones y sus reivindicaciones, mientras que otra parte toma el día de descanso para actividades de ocio, etc.

Es importante destacar, que a lo largo del siglo XX, los progresos laborales se fueron acrecentando con leyes para los trabajadores, para otorgarles derechos de respeto, retribución y amparo social y en lo relativo a nuestra querida Honduras no es la excepción, pues desde 1959 contamos con el Código de Trabajo, siendo presidente de Hondura el Dr. Ramón Villeda Morales y presidente del Congreso Nacional el Dr. Modesto Rodas Alvarado. Este instrumento jurídico, se ha convertido en una normativa de primera y de gran aceptación en la regulación obrero patronal.

Por su importancia citamos el artículo 468 de nuestro Código del Trabajo: “Sindicato es toda asociación permanente de trabajadores, de patronos o de personas de profesión u oficio independiente, constituida exclusivamente para el estudio, mejoramiento y protección de sus respectivos intereses económicos y sociales comunes”. Luego en el artículo 469 sanciona a toda persona que, por medio de violencia o amenazas, atente en cualquier forma contra el derecho de libre asociación sindical. El reconocimiento de este derecho de organización ha permitido que muchas de las conquistas laborales en las distintas empresas del país, se hayan alcanzado al amparo de los contratos colectivos, obviamente teniendo como marco referencial el Código del Trabajo.

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